Por Tom Balmforth
MOSCÚ, 8 jun (Reuters) – Los rusos están aprovechando su gusto por el humor negro para ayudar a elevar la moral durante la crisis de coronavirus.
Aunque los números de casos están cayendo, Rusia tiene la tercera cifra más alta del mundo y se ha quejado sobre lo que algunos consideran reglas de confinamiento excesivamente estrictas y apoyo gubernamental insuficiente para las empresas.
En un sketch, el comediante de televisión Maxim Galkin parodia una conversación entre el presidente Vladimir Putin y el alcalde de Moscú sobre una orden ficticia del gobierno que describe un “horario para respirar” a medida que se alivian las medidas.
“Eso suena antidemocrático, como si pudiéramos controlar quién puede respirar y cuándo y quién no”, dice un Putin de aspecto severo en el sketch.
Reflexionando sobre las duras medidas sobre sus opositores políticos, Putin dice: “Es verdad que a veces le cortamos el oxígeno a algunas personas, pero no a las masas, al menos por el momento. Así que solo agreguemos una palabra (y llamémoslo) el horario para respirar libremente”.
Otra, una balada cargada de improperios del comediante Semyon Slepakov, espera con ansias el fin del encierro para que las personas puedan volver a su antigua vida, por muy sombría que sea.
“Volvamos a ser horriblemente sangrientos en el país”, entona mientras rasguea una guitarra. “Pueden no respetar nuestros derechos, enviar nuestra madera a China y elevar la edad de jubilación a 72 (años)”, canta con sarcasmo.
Varias bromas se ríen de las autoridades por haber exigido a los empresarios que paguen al personal todo el sueldo durante la cuarentena, pese a que muchos se quejan de haber recibido poca ayuda del gobierno.
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(Reporte adiciona de Maria Vasilyeva. Editado en español por Lucila Sigal)
