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#Dobleces PRI vs. PRI

 

La cosquilla de la senadora Beatriz Paredes Rangel, de competirle la candidatura presidencial al dirigente nacional del partido tricolor, Alejandro Alito Moreno está sustentada en dos objetivos. Uno, ser el bloque priista encargado de frenar a Alito y el segundo, ser la primera mujer postulada por el Revolucionario para la presidencia. Esa es parte de la trascendencia histórica a […]


La cosquilla de la senadora Beatriz Paredes Rangel, de competirle la candidatura presidencial al dirigente nacional del partido tricolor, Alejandro Alito Moreno está sustentada en dos objetivos. Uno, ser el bloque priista encargado de frenar a Alito y el segundo, ser la primera mujer postulada por el Revolucionario para la presidencia. Esa es parte de la trascendencia histórica a la que los políticos más avezados aspiran en su trayectoria. Sin embargo, el partido ya no motiva a los electores.

El primer punto es arrebatarle a Moreno Cárdenas, el poder que, ostenta y que le hace daño a las maltrechas siglas del PRI. Miguel Ángel Osorio Chong es el operador de la confrontación. Él destapó a Paredes Rangel y desde el Senado se alista el bloque duro priista contra Alito Moreno.

En este contexto de lucha interna que se sazona al interior del PRI, Paredes Rangel se apunta y esboza el slogan con el que comienza a trazar su marca: “es la hora de las mujeres”.

Sin embargo, aunque la exgobernadora tiene raíces políticas sembradas en el nacionalismo revolucionario, en la actualidad, el Revolucionario Institucional es sinónimo de neoliberalismo. Endilgado desde Palacio Nacional y rebozado en el discurso maniqueo para los creyentes de la liturgia mañanera.

La lucha del PRI entre Beatriz Paredes y Alejandro Moreno, es por las ruinas del partido. Y no se trata de personalidades, las siglas les restan, no suman ni a su prestigio ni a la sobrevivencia de la Alianza va por México. En las encuestas, las siglas PRI se encuentran en lo más alto de los negativos. Si se suma la crisis en la que se encuentra el partido por las grabaciones de Alito Moreno y las derrotas electorales de junio pasado, el resultado es demoledor.

Si se suma que Beatriz Paredes, cuando fue candidata a jefa de Gobierno en 2012, no logró hacer empatía con el electorado de la capital. Miguel Ángel Mancera la rebasó por mucho. Para su desgracia política, el PRI desde el año 2000 quedó borrado del mapa capitalino.

Ahora, el escenario no es tan distinto, Paredes Rangel fue forjada en la escuela del viejo PRI, la de los mítines gigantescos, la de la parafernalia y el acompañamiento de los sectores que conforman los pilares del PRI. Su primer destape presidencial fue para 2006. Aunque en esa etapa política no estaba del todo convencida. Sin embargo, para los nuevos tiempos y los electores jóvenes, el priismo huele a rancio.

Aún así, hasta, Paredes toma valor y habla de un frente político-social muy amplio. En lo que se antoja como una elección primaria, muestra un discurso de centro y menos contestatario contra la cuatroté como el de Alejandro Moreno. Lo que está en juego es hacer de lado a Alito de la alianza y del PRI. Con ello, el grupo de Osorio Chong toma el poder y control de lo que puede ser el último rasguño del agónico Revolucionario Institucional.