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#Columna7 ¿Proyecto de nación o el México de cada mañana?

Jorge Álvarez Colín
 

México ha tenido un proyecto de nación, procurando los derechos humanos, defendiendo las libertades, siendo estado de derecho la directriz para la norma, la toma de decisiones tenía congruencia con los planes de desarrollo que definían un rumbo, se marcaban líneas de acción, metas, indicadores, evaluaciones, y hasta teníamos oportunidad de participar en foros de […]


México ha tenido un proyecto de nación, procurando los derechos humanos, defendiendo las libertades, siendo estado de derecho la directriz para la norma, la toma de decisiones tenía congruencia con los planes de desarrollo que definían un rumbo, se marcaban líneas de acción, metas, indicadores, evaluaciones, y hasta teníamos oportunidad de participar en foros de discusión.

Hoy es confuso, pareciera que en México sólo hay un plan que se anuncia cada mañana de la voz del Ejecutivo, y desde ahí se toman decisiones según el ánimo, las circunstancias y por qué no decirlo, las ocurrencias, ante esto lo que se observa en mi opinión son tres líneas de operación; una social, una política y una económica, de la primera rememora la época del modelo asistencialista, donde gran parte de la población dependía del gobierno, asegurando su dominio y manipulación,  se distingue el bloqueo educativo y el empobrecimiento académico lo que limitara la competitividad y el desarrollo profesional, se achica el apoyo a la tecnologías, en cuanto a la obra pública pretende impactar con proyectos faraónicos que sólo serán un gasto.

En el ámbito económico, el estado busca afianzar el monopolio del petróleo sin alentar la competencia y el uso de energías limpias, se atiende la macroeconomía, pero se cierra al consumo interno, desalentando la inversión privada y debilitando del empleo.

La última línea de operación que se identifica es la política-electoral, sobreponerse ante otros poderes deja claro que el totalitarismo es esencial para consolidar un modelo de gobierno dictatorial y autoritario, y en cuanto a la democracia, el INE es el enemigo más grande y respaldado.

La historia dice que esta película ya es conocida y que siempre ha tenido finales lamentables para el desarrollo y crecimiento de los pueblos y que es la sociedad misma quien ha cambiado las cosas. Ojalá a México regrese un proyecto de nación donde vea el sol de la mañana como una oportunidad nueva y no como una actividad modeladora de una nación sin proyecto.