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Utilizan artesanos de Zumpahuacán la fibra de izote para crear diversos artículos

 

En las diferentes regiones del Estado de México se utilizan las fibras vegetales como hojas, tallos o raíces, para elaborar artesanías y que son aptas para la fabricación textil. El uso de estas fibras ha sido importante para el avance de la civilización humana, ya que nació de la necesidad básica de vestimenta y cobijo, […]


En las diferentes regiones del Estado de México se utilizan las fibras vegetales como hojas, tallos o raíces, para elaborar artesanías y que son aptas para la fabricación textil.

El uso de estas fibras ha sido importante para el avance de la civilización humana, ya que nació de la necesidad básica de vestimenta y cobijo, además, las fibras naturales han ocupado un lugar privilegiado en la cultura, ya que ha sido la materia prima para crear diversos utensilios de uso doméstico, así como herramientas de caza y pesca.

En el sur del territorio mexiquense se encuentra Zumpahuacán, que se caracteriza por tener artesanas y artesanos que trabajan la fibra de izote para elaborar una gran variedad de productos.

Así, desde la época prehispánica hasta nuestros días, las manos mexiquenses continúan tejiendo e innovando con carteras, cojines, calzado y cinturones que se ajustan al gusto de todas las personas con su color natural o con los que son teñidos.

Los tejidos hechos con esta materia prima se caracterizan por su resistencia y por todo el esfuerzo que implica, ya que el proceso de extracción de la fibra lleva aproximadamente de 20 a 22 días, entre los meses de octubre a marzo y se trabaja por personas mayores, posteriormente, entre torsiones y tensiones de la fibra natural surgen hilos para tejerlos en el telar de cintura.

Uno de los grandes retos para las y los artesanos es la innovación para crear nuevos productos y poderlos comercializar, como compartió Norma Salinas, maestra artesana de este municipio.

“Mi mayor miedo como artesana fue innovar, anteriormente sólo realizaba morrales y ahora elaboro carteras, cojines, bolsas, tejido en calzado y cinturones ya que los morrales tradicionales dejaron de ser novedosos por ello incursioné en el mercado con diferentes artículos incorporando tintes naturales como grana cochinilla, palo de Brasil y pericón, entre otros” señaló.

Además, compartió que en Zumpahuacán aproximadamente 20 familias se dedican a la elaboración y que apoya al medio ambiente con sus artesanías de fibra vegetal, debido a que son 100 por ciento naturales.