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Se pronuncia Codhem a favor del matrimonio igualitario

 

El Estado de México se ha caracterizado por ser una entidad progresista, que cuenta con una normatividad de vanguardia


La Comisión de Derechos Humanos del Estado de México (Codhem), encabezada por Myrna Araceli García Morón, se pronunció a favor del matrimonio igualitario en aras de promover, respetar, proteger y garantizar los derechos humanos de la comunidad LGBTTTIQ+.  

A través de un desplegado, la Codhem, también emitió un exhorto al Pleno de la LXI Legislatura del Estado, a efecto de que repare la discriminación legal que prevalece en el marco normativo con relación al matrimonio igualitario para ir avanzando hacia una visión progresista, una sociedad más justa e incluyente. 

En dicho pronunciamiento, se enfatiza que hasta el momento son 28 entidades del país que permiten el matrimonio entre personas del mismo sexo, en tanto que los estados que aún no aprueban el matrimonio igualitario son: Guerrero, Tabasco, Tamaulipas y el Estado de México.  

“El Estado de México se ha caracterizado por ser una entidad progresista, que cuenta con una normatividad de vanguardia, entre la que se puede contar la relativa a derechos humanos relacionada con la comunidad LGBTTTIQ+”, se sostuvo.  

Entre las acciones emprendidas desde la Legislatura Local a favor de la comunidad, se dijo, está la aprobación en 2021 de reformas al Código Civil, para permitir a las personas la rectificación de su nombre y sexo en su acta de nacimiento, a fin de que estos datos correspondieran con su identidad de género, en donde a marzo del presente año Registro Civil había expedido 301 actas para el reconocimiento de la identidad de género. 

A través del documento, la titular del organismo autónomo defensor de los derechos humanos en la entidad, advierte que el artículo 4.1 Bis del Código Civil del Estado de México hace una exclusión tácita de un grupo de personas, puesto que la norma establece que sólo puede casarse una persona con otra del sexo opuesto.  

Ante lo anterior, dijo, se estima que la medida es claramente discriminatoria, porque las relaciones que entablan las parejas del mismo sexo pueden adecuarse perfectamente a los fundamentos actuales de la institución matrimonial y los de la familia, de tal suerte se puede afirmar que las parejas homosexuales se encuentran en una situación equivalente a las parejas heterosexuales, por lo que es injustificada su exclusión del matrimonio.