En el Estado de México existe un alto rezago en la producción de datos e indicadores de género que aborden, no sólo la violencia contra las mujeres, sino las desigualdades que llevan a que se ejerza esa violencia, sostuvo Rocío Álvarez Miranda, especialista en políticas públicas en materia de género, ante el futuro incierto del Atlas de Género que se construyó y puso en operación en el año 2022, para abordar la carencia de datos y conocer las problemáticas que enfrentan las mujeres en al menos 10 rubros como salud, seguridad, empleo, medio ambiente, pobreza, entre otros.

La especialista y catedrática de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEMéx), enfatizó que al Atlas le faltan algunos indicadores y que esté en constante actualización, pues urge al Estado y al país contar con datos confiables que reflejen la realidad de las desigualdades y violencias que enfrentan las mujeres en México.

“A pesar de contar con numerosos indicadores internacionales, la falta de datos a nivel nacional obstaculiza la creación de una sólida base de información”, que puede llevar a la construcción de mejores políticas públicas, subrayó. 

De acuerdo a Álvarez Miranda, el Atlas de Género se encuentra rezagado debido a su dependencia de la información proporcionada por otras instituciones, ya que en México persiste una cultura de generación de información limitada, a menudo marcada por la negación o la falta de construcción de datos. 

A pesar de los desafíos, el Atlas, recordó, “ha sido construido por especialistas en género, violencia y políticas públicas, orgullosamente egresadas de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UAEM, quienes han realizado esfuerzos significativos para recopilar la información disponible”.

Ante este panorama, enfatizó la importancia de que la administración actual brinde seguimiento y fortalecimiento al Atlas de Género, ya que los “intereses estratégicos” son fundamentales para permitir a las mujeres superar las condiciones de desigualdad.

Estos intereses incluyen la educación, que proporciona acceso a empleos de mayor calidad de vida y aleja a las mujeres de la violencia.

Álvarez Miranda, destacó que la violencia es un resultado de las desigualdades y es crucial disponer de datos sobre estas desigualdades en áreas estratégicas para abordarlas de manera efectiva.

La especialista llama a las autoridades a mantener el Atlas de Género y emitió tres exhortos, entre ellos, dar seguimiento al esfuerzo de la recolección de la información que se encuentra actualmente disponible y mejorar el financiamiento de datos con el fin de impulsar políticas públicas concretas. 

En segundo lugar, llevar a cabo una vinculación con expertos en género de la universidad, quienes pueden contribuir con diagnósticos especializados.

Por último, utilizar los datos e indicadores para desarrollar medidas efectivas, “ya que no se pueden abordar temas sensibles y complejos sin información certera sobre la situación de las mujeres en el Estado y el país”.

El imperante fortalecer el Atlas de Género en el Estado de México, “como una herramienta crucial para combatir las desigualdades de género y la violencia contra las mujeres en el país”, apuntó.