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Labor del pepenador, actividad mal pagada

 

Allí se recolectan cotidianamente hasta 200 mil toneladas de basura diaria de los principales municipios mexiquenses e incluso de la Ciudad de México.


Luego de recorrer calles y avenidas de las diferentes colonias del Valle de México para recolectar la basura de los hogares, los camiones del gobierno o de particulares se dirigen a casas en las que familias separan la basura para quedarse con todo lo reciclable, desde que recogen los desechos en los hogares o comercios separan los desechos en bolsas grandes a las que denominan “barcina”

Algunas unidades se estacionan antes de llegar a los basureros o rellenos sanitarios para que los pepenadores separen la basura.

Luego, ya separados los materiales que se pueden reciclar o vender, las unidades llegan a los rellenos sanitarios o basureros de Nezahualcóyotl, Zumpango, Chiconautla en Ecatepec, y otros más chicos como el de Tlalnepantla y Tepotzotlán.

Allí se recolectan cotidianamente hasta 200 mil toneladas de basura diaria de los principales municipios mexiquenses e incluso de la Ciudad de México.

Así lo dio a conocer el secretario general de la Asociación de Recolectores de Basura Doméstica, Comercial e Industrial (ARBACI), Manuel Salas.

Detalló que en la organización que encabeza participan 350 camionetas que dan servicio de recolección de basura a 10 municipios de la región.

Dio a conocer que en términos generales el 40 por ciento de los llamados pepenadores son mujeres, el 50 por ciento hombres y un 10 por ciento niños y adolescentes. En promedio, lo que se gana al día en este difícil trabajo es de unos 200 pesos, apuntó Manuel Salas.

Es una de las actividades informales peor pagadas, pues si bien se incorpora al trabajo la familia para separar desechos, encima de ellos existen pepenadores que trabajan para otros que acaparan las ganancias y pagan salarios muy bajos entre 80 pesos y hasta 200 por jornada diaria, dependiendo del valor de los materiales que recolectan.

Y dijo que en los últimos años se ha limitado mucho la participación de los menores, ya que por trabajar en muchas ocasiones abandonan sus estudios.

Pero ahora, explicó, los niños ya no pueden ir arriba de las camionetas recolectoras de basura y por norma se les prohíbe la entrada a los tiraderos o rellenos sanitarios.

Ellos trabajan apoyando a sus familias dentro de sus casas cuando les llevan la basura para separarla, antes de que los desechos vayan a los depósitos finales de basura.

El dirigente de la ARBACI dijo, que lamentablemente existe una pobre cultura de la separación de la basura entre la orgánica e inorgánica, menos del 20 por ciento de las familias lo hacen.

Señaló que además de mal pagada, esta actividad de recolectar basura es peligrosa para la salud, pues aunque los trabajadores adquieren muchos anticuerpos que los protegen de bacterias, no deja de haber cortaduras, infecciones en la piel y en las vías respiratorias.

De acuerdo a un estudio de la UAM, la entidad mexiquense es una de las ciudades que más basura genera por habitante, pues cada persona, en promedio, produce un kilogramo con 46 gramos al día; cifra por arriba del promedio nacional.