“La Guardia Nacional y la Policía Estatal nos han dejado en el abandono; la inseguridad es la batalla que estamos luchando”, reconoció Flor Juárez Linares, secretaria del Ejido Centro Turístico La Marquesa. 

Ante los recientes actos delictivos registrados en las inmediaciones del también conocido como Parque Nacional Insurgente Miguel Hidalgo y Costilla, la secretaria de la organización apuntó que en los últimos meses han buscado a las autoridades federales y estatales para que se les brinde atención en materia de seguridad, sin embargo, no han sido escuchados.

Flor Juárez Linares, recordó que La Marquesa es un ejido, un pueblo autónomo indígena otomí, que se rige por sus propios usos y costumbres, tanto en la parte comunal como en la ejidal.

Considerando estas características, se requieren de reuniones formales, integradas por cada uno de los representantes comunitarios y las autoridades para concretar un proyecto en materia de seguridad, pero ninguna les ha dado respuesta. 

“La comunidad ha sido marginada, porque nos regimos por usos y costumbres, no nos toman en serio”, enfatizó.

La secretaria ejidal, señaló que a nivel municipal “los presidentes van y vienen, sin que alguien se acerque para trabajar de manera coordinada y seguir impulsando este Parque Nacional, que es visitado por turistas del país y extranjeros”.

Debido a la responsabilidad que implica, Flor Juárez, reconoció que los comerciantes y habitantes están preocupados, porque saben que se debe trabajar en materia de seguridad, “pero no hay una sola persona en el estado o a nivel federal que nos apoye, podríamos realizar brigadas y trabajar con las autoridades”, comentó. 

Asimismo, reconoció que no confían en la policía municipal de Ocoyoacac, por temas de corrupción. 

En cuanto al cuerpo de seguridad de la Guardia Nacional, expuso, “se han acercado, pero ellos han comentado que no cuentan con el personal suficiente para apoyarnos, debido a que no sólo es el Parque, sino es también a la comunidad”. 

Comercio en crisis

Más de 900 comerciantes que se encuentran a lo largo del Parque La Marquesa, han sufrido baja en sus ventas de hasta un 50 por ciento en los últimos días, aunado a las pérdidas que ya se venían registrando por la pandemia de Covid-19.

Los eventos masivos, que atraían a turistas han disminuido más del 75 por ciento. Al año, antes del 2019, se llevaban a cabo 40 eventos, actualmente sólo se realizan 10.A causa de la pandemia, La Marquesa estuvo cerrada por tres meses. 

Con el objetivo de reiniciar actividades, los comerciantes trabajaron para seguir los protocolos que establecieron las autoridades sanitarias, entre ellas el uso de cubrebocas, gel antibacterial y tapete sanitizante.

Ahora, esperan que durante la Semana Santa, las ventas aumenten, ya que de eso dependen las familias que habitan en este destino turístico.