Los alimentos han tenido un alza en su costo de hasta el 40 por ciento, entre ellos las carnes, pastas, harinas, aceites y destilados, informó Mauricio Massud Martínez, presidente de la Cámara Nacional de la Industria Restaurantera y de Alimentos Condimentados (Canirac) en el Valle de Toluca. 

A pesar de que, a nivel macroeconómico, el Gobierno Federal ha reportado una inflación del 8.7 por ciento, en la realidad el incremento ha sido mayor, de acuerdo al líder restaurantero.

En entrevista, Mauricio Massud reconoció que tras la pandemia de Covid-19, el reto actual para este sector está siendo el alto costo de los insumos. 

Por mencionar algunos ejemplos del incremento que se ha visto en los insumos, indicó, se encuentra el costo del aceite de oliva, cuyo galón de 20 litros tenía un precio de 400 pesos en el año 2019, hoy está cerca de los 700. Asimismo, señaló, las proteínas como el pollo, la carne, el huevo han tenido incremento del 25 por ciento, al igual que las harinas. 

Con el objetivo de atraer más clientes y evitar el cierre de negocios, los empresarios restauranteros han tenido que aumentar sus platillos entre un 7 y 8 por ciento, “lejano a lo que nos vemos impactados con el incremento de los precios”, de acuerdo al líder empresarial.  

Para no trasladar el total del incremento que se reporta en los alimentos, los restauranteros están siendo “creativos”, manteniendo los platillos que tienen una mejor rentabilidad y se han eliminado aquellos que requieren de mayor preparación. 

Mauricio Massud señaló que, “sin ser alarmistas, el panorama actual no está siendo sencillo”, ya que además de la inflación tienen que lidiar también con el pago de impuestos y las problemáticas que existen en el tema de mejora regulatoria.

En el Estado de México, hay actualmente 65 mil negocios dedicados a la venta de comida, sin embargo, tras los acontecimientos recientes no han podido alcanzar las ventas del 2019, un año considerado malo para ese sector. 

Aunado a ello tampoco han logrado alcanzar los 350 mil empleos que tenían antes del Covid-19, pues la nómina actual alcanza sólo el 70 por ciento de ese año, es decir, se han perdido más de 100 mil empleos en el sector restaurantero.