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Con reforestación buscan restaurar zonas degradadas por actividades inducidas

Destaca como caso de éxito el ejido de San Francisco Tlalcilalcalpan, en Almoloya de Juárez 

Por su importancia y como seguimiento de los trabajos, se deben cumplir con algunas acciones de protección


Entre los claros del bosque del ejido de San Francisco Tlalcilalcalpan, del municipio de Almoloya de Juárez, en el Estado de México, la siembra de maíz era una actividad recurrente. Ahora en estos espacios de tierra de uso común crecen decenas de árboles, que fueron plantados para devolver su vocación forestal a la tierra, explica Gabino Corral, uno de los 598 ejidatarios que conforman éste Núcleo Agrario.

“Los terrenos aquí, en su momento eran sembradíos de maíz, avena, papa. Antes eran terrenos abiertos al cultivo, agarraban y se metían a cultivarlo. Con la reforestación se vinieron recuperando esos terrenos que estaban dentro del monte”, detalló.

Todo comenzó en el 2005, con una inquietud del presidente ejidal en turno, quien se acercó a la Protectora de Bosques (Probosque), organismo adscrito a la Secretaria del Campo del Gobierno del Estado de México, con la intención de buscar integrar a su ejido al programa Reforestando Edoméx, con el cual, se busca restaurar zonas degradadas por actividades inducidas, o bien, por causas naturales.

A la fecha se han intervenido un aproximado de 80 hectáreas, en donde ya se han registrado algunos beneficios como la presencia de fauna, además de contribuir a la generación de servicios ambientales como la recarga de los mantos acuíferos y la captura de carbono a través de los árboles.

Por su importancia y como seguimiento de los trabajos, se deben cumplir con algunas acciones de protección, por lo que los ejidatarios reciben asesoría técnica de Probosque, lo que permite lograr el establecimiento del arbolado los primeros años de vida y durante su mantenimiento.

“Probosque nos ha dado la planta, asesoría técnica para llevar a cabo estos trabajos, hemos hecho brechas cortafuego, chaponeo, la poda. Lo que se está haciendo es tratar de cuidar los árboles y ver como con el derramamiento, ver como los árboles crecen cada día más”, señaló.

Sin embargo, para asegurar la preservación de las reforestaciones y mantener las zonas forestales ya existentes, los beneficiarios deben procurar su protección, por ello, junto a los Combatientes de Incendio Forestales también conocidos como Chamusquines, realizan acciones preventivas para mitigar los efectos de estos siniestros, sobre todo, durante la temporada y época de estiaje, como lo explica Alan López, combatiente con más de tres años de experiencia.

“Para el cuidado del bosque, con apoyo de las comunidades, los ejidos, nos enfocamos a buscar los lugares con mayor incidencia de incendios, en donde se pueden trabajar las brechas cortafuego, se trabaja con líneas negras o quemas controladas. Para que cuando se nos venga la temporada fuerte de incendios, un incendio no tenga la magnitud o sea mayor en donde no se están haciendo estos trabajos de prevención”, apuntó.

Este tipo de acciones, aunado a los esfuerzos de conservación forestal y restauración de suelos, ha permitido en los últimos cinco años, un incremento en la masa forestal de la entidad mexiquense, con la reforestación de 84 mil 153 hectáreas, en donde han sido plantados más de 80 millones 438 mil 438 árboles, lo que representa un avance del 93.5  y 89.4 por ciento, con respecto a la meta sexenal de plantar 90 millones de árboles en 90 mil hectáreas en toda la entidad, respectivamente.

Los municipios con mayor superficie reforestada dentro de la convocatoria 2022 del programa Reforestando Edoméx son: Aculco, Ixtapaluca, Ocuilan, Sultepec, Tejupilco, Temascaltepec, Tepetlaoxtoc, Texcoco, Villa de Allende y Villa Victoria.