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Violencia contra las mujeres, una pandemia mundial

El creciente índice de violencia contra las mujeres se ha generalizado en todo el mundo.

Cifras señalan que dos de cada tres mujeres han sufrido algún tipo de violencia. Por ello, organizaciones civiles y gubernamentales han lanzado campañas para prevenir y denunciar la violencia de género.

No sólo la violencia física es parte del problema, ya que existe también la violencia emocional, económica, sexual o verbal. Por ello en nuestro país varias son las campañas que el gobierno promueve para combatir este mal que aqueja a 63 de cada 100 mujeres, lo que equivale a 47 por ciento, de féminas mayores de 15 años en México, de acuerdo con datos del Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres).

Datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) señalan que los casos con más denuncias es la emocional con 43.1 por ciento, mientras que a la sexual pertenece 35.4 por ciento.También detalla que la violencia de pareja es mayor en personas que se casaron antes de los 18 años con 52.9 por ciento, pues los que lo hicieron a los 25 o más representan 43.4 por ciento.

Varios son los logros que se han obtenido en esta materia, como los Centros de Justicia para las Mujeres, una de las políticas públicas más exitosas y que laboran desde 2010. En los 30 centros ubicados en 22 entidades de la República entre ellas Guerrero, Ciudad de México, Estado de México, Chiapas, Sonora y Chihuahua, se busca atender y prevenir la violencia, así como fortalecer y garantizar el acceso a la justicia.

O la Alerta de Violencia de Género contra las Mujeres (AVGM) medida de protección a los derechos humanos de las féminas, única en el mundo.

Dicha alerta se emite cuando en un territorio determinado (estados y/o municipios) existe una situación grave de violencia hacia las mujeres asociada a prácticas machistas. Esta medida la promueve o solicitan organismos de derechos humanos y asociaciones civiles constituidas legalmente.

Hoy en día existe alerta de género en los estados de Guanajuato, Morelos, Michoacán, Colima, Baja California, Sonora, Querétaro, San Luis Potosí, Quintana Roo, Sinaloa, Puebla, Tabasco, Estado de México, Ciudad de México, Nayarit, Chiapas, Nuevo León y Veracruz. Para la experta Verónica Caporal, activista desde hace 25 años, esta medida resulta ineficiente ante la gravedad del problema, aunque da una pauta como herramienta para erradicar de tajo la violencia de género.

Aunque en Chiapas menos de la mitad de las mujeres (43 por ciento) declaró padecer algún tipo de agresiones, en el resto del país la mediciones de 50 por ciento a 64 por ciento.

“Tenemos un marco legal importantísimo en nuestro país cuando ya reconoce la violencia como un delito vamos por buen camino. Sin embargo, muchas veces los funcionarios encargados de implementar la justicia no saben bien cómo hacerlo, falta capacitación. La alerta de género no es mágica”, señala.

Todas las instancias han sumado esfuerzos para hacerle frente, activistas, organizaciones civiles, instancias públicas y gobiernos locales, estatales y federales. Movimientos sociales como #Niunamas, #Niunamenos o #NoesNo, hacen conjunto con campañas como “No te calles y denuncia”, “Protocolo para la prevención, atención y sanción del hostigamiento sexual y el acoso sexual”, “Viajemos seguras” o “Vivamos sin violencia”.

Ante esto, Caporal indica también que en la sociedad debe existir un cambio cultural, dejar de creer que la violencia hacia la mujer es una práctica natural. “No podemos seguir inmóviles ante la ola de violencia hacia las mujeres”.

Faltan acciones La maestra en Estudios Políticos de la UNAM, Martha Ferreyra, coincide en que la violencia contra las mujeres tiene diversos tipos como emocional, física, sexual y económica.

La también secretaría de Equidad de Género del Programa Universitario de Estudios de Género (PUEG) dijo que aunque se tienen normas como la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, aún quedan pendientes como sensibilizar a los impartidores de justicia en todos los niveles con protocolos especializados en violencia de género.

Consideró que en algunos casos las agresiones son vistas como un “disciplinador”.

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