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Especial

A la caza de los enigmas marcianos

Marte, “el planeta rojo”, que por años se pensó estaba muerto, esconde un sinfín de sorpresas que los científicos de la actualidad comienzan a descubrir.

En la carrera por conquistar el espacio se vuelve una obligación para algunos gobiernos descubrir los secretos del cuerpo celeste ya que científicos del espacio señalaron que en algún momento la Tierra y Marte fueron parecidos.

Pero si ambos planetas hermanos fueron concebidos “a la sazón” del Big Bang hace unos 4 mil 500 millones de años: ¿por qué uno sobrevivió y el otro no?, ¿en qué momento de la historia estelar murió Marte si tuvo las mismas condiciones para albergar vida que el propio planeta Tierra?, ¿qué fue lo que pasó para que el planeta rojo secara sus lagos, terminara con la vida y se tornara de ese color característico que mató toda forma orgánica en su interior?

En algún momento de su historia, Marte albergó grandes océanos, glaciares y puede que vida orgánica; sin embargo, su atmósfera rica en componentes químicos, dejó de funcionar, el dióxido de carbono construyó una delgada y nueva atmósfera volátil y las grandes cantidades de oxígeno se aferraron a las rocas, lo cual propició un color rojizo característico.

A pesar de la posible catástrofe que se produjo en el planeta, “No todo está muerto, porque aún existen indicios de que hubo algunos procesos que continúan” como lo afirmó Jorge Vago, quien funge como responsable del programa científico Exomars de la Agencia Espacial Europea, las cual cuenta con un ambicioso plan junto a la Agencia Federal Rusa del Espacio y de la propia NASA para descubrir los enigmas de Marte.

Científicos de las tres agencias espaciales, anunciaron dos nuevos proyectos altamente ambiciosos para la búsqueda de vida en forma bacteriana, la cual existió hace miles de años, y partir de eso para comprender las formas en cómo evolucionó, se desarrolló y murió, puesto que la manera en cómo dejó de “latir” Marte aún no está clara; por ello se espera que las futuras misiones ayuden en lo posible a saber de mejor manera los procesos que se vivieron antes de su caída.

Uno de los enigmas más sorprendentes con los que se han topado los científicos es conocer cómo se produce el metano del planeta, porque su desarrollo no lleva un patrón de equilibrio, sino que tiene otro tipo de orden que aún los expertos no acaban de comprender; de esta forma, la explicación que brinda Jorge Vago argumenta que dicha producción sólo se puede dar en dos sentidos: que lo desarrollen algunos organismos vivos o simplemente que se produzca por métodos geológicos propios del planeta, por lo cual, cualquiera de las dos conclusiones será de gran interés para la comunidad científica.

El metano es un gas que se produce de manera natural por la descomposición de sustancias orgánicas; sin embargo, también es producido por el proceso digestivo de animales rumiantes o en la quema de combustibles fósiles.

De esta manera conocer cómo se genera en Marte resulta una prioridad para el equipo científico mundial con el fin de saber si este fue un agente de cambio en el clima del planeta o si incidió de alguna manera en su debacle.

Durante una conferencia, impartida por representantes de las tres principales agencias espaciales, se trató de contestar la pregunta ¿estamos solos en el Universo?, con una visión sobre Marte, debido a que su historia geológica se asemeja a la de la Tierra, y en la que desde hace algunos años se lanzaron robots que buscan rastros de una historia llena de vida.

David Blake, investigador principal del Laboratorio de Ciencia de Marte del Curiosity en la NASA, ha estudiado desde hace décadas los hielos astrofísicos, polvo interplanetario, suelos lunares, meteoritos de Marte, geología y mineralogía de entornos antiguos habitables; así llegaron a la conclusión de que el análisis a cualquier tipo de roca que llegue al planeta tiene la edad de 4 mil 500 millones de años, misma fecha en que se formó el Universo.

El científico de la NASA aseguró que un sinfín de compuestos llegaron del espacio y bombardearon planetas como la Tierra o Marte, lo cual propició que la vida surgiera a partir de la mezcla de dichos elementos químicos y no por la interacción de organismos vivos, sin embargo, es importante destacar que otros factores influyeron en la vida, porque si algún compuesto cae en zonas no habitables como un volcán activo.

David Blake explicó que un elemento fundamental para que un entorno sea habitable es que exista un solvente y el agua es el mejor conductor que hay en el Universo, aparte de compuestos indispensables como el carbono, el hidrógeno, nitrógeno y azufre, entre otros.

La búsqueda de la vida exterior se ha vuelto indispensable para la NASA, por ello desde hace 12 años se lanzó la primera misión Curiosity con robots denominados “rovers”, los cuales hasta el momento siguen en funcionamiento a pesar de que creían los científicos que su vida útil sólo sería de algunos meses.

El cráter Gale fue el punto específico para que los expertos comenzaran el análisis en el planeta rojo, puesto que tiene una longitud de 150 kilómetros y la zona es amplia para que cualquier robot se pueda mover sin dificultad, incluso mediante el análisis se pudo constatar que en el lugar existió un gran río, por lo que su investigación resulta fundamental.

Diversos fueron los resultados de las misiones “rover” donde se pudo constatar que en un pasado lejano sí existieron las condiciones para que se lograra la vida, pero a raíz de “algo”, ésta llegó a su fin, lo cual ocasionó el declive del planeta rojo.

Jorge Vago, de la Agencia Espacial Europea, adelantó que están en puerta dos misiones al “planeta rojo”: la primera en este año y de nombre ExoMars Trace Gas Orbiter y la segunda denominada ExoMars Rover and Surface Platform para 2020, cada uno con objetivos específicos y con más herramientas tecnológicas para obtener mejores resultados.

La misión Mars Express, lanzada en 2003, encontró metano en suelo marciano, lo que sorprendió a los investigadores porque en la Tierra, 90 por ciento de este compuesto se debe a la actividad de microorganismos vivos o a organismos que vivieron hace millones de años y sus restos se enterraron en la geología de las capas subterráneas. En este sentido, el objetivo de la nueva misión en 2016 consiste en realizar un estudio a profundidad de la atmósfera marciana, que tratará de entender de dónde viene este metano,.

Por otra parte, la reacción de algunos minerales con el hidrógeno genera de manera geológica metano, pero cualquiera de las dos formas necesita de agua, por ello el investigador afirma que se dan todavía algunos procesos necesarios de cara a la investigación, pero asegura que Marte no está del todo muerto y puede dar algunas sorpresas todavía.

La segunda misión ExoMars Rover and Surface Platform es la más esperada por los científicos y será enviada a Marte en 2020, con el propósito de buscar razas de vida, porque en un comienzo el rover Curiosity buscó lugares propicios para la vida, excavó profundidades de sólo 7 centímetros, pero el nuevo “rover” del tamaño de un auto compacto, tiene un brazo mecánico y un laboratorio interno que permitirá excavar hasta dos metros, lo que resulta más importante porque se tienen aún más posibilidades de conocer si existió o hay vida en el planeta rojo.

HISTORIA

Desde la URSS se enviaron las primeras sondas espaciales no tripuladas y aunque varias fallaron a lo largo de los 60, en 1971 lograron que el Mars 2 se convirtiera en el primer objeto humano en llegar a Marte. Aunque esta sonda se destruyó al aterrizar, el mismo año, el Mars 3 logró aterrizar exitosamente pero luego de enviar algunos datos hacia nuestro planeta se perdió el contacto.

Las primeras misiones concretamente exitosas fueron las de las sondas Viking 1 y 2 que fueron enviadas desde los EU en 1975. Ambos llegaron a Marte, tomaron muestras del suelo y numerosas fotografías que tiempo después, estaban en la Tierra.

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