PARÍS (AP) — París limpiaba el domingo una de las avenidas más glamurosas del mundo, un día después de los disturbios de los chalecos amarillos que sorprendieron al país.
Tiendas de lujo, restaurantes y bancos de los Campos Elíseos evaluaban los daños tras los saqueos y los incendios. Turistas tomaban fotografías mientras los propietarios de los establecimientos intentaban reparar los vidrios rotos y los empleados municipales limpiaban los grafitis.
La lujosa avenida pareció un campo de batalla el sábado ante los ataques de los manifestantes, mientras la policía antimotines luchó durante horas por contenerlos.
El presidente del país, Emmanuel Macron, prometió una ofensiva contra los alborotadores y dijo que “quieren destruir la República a riesgo de matar a gente”.
El dirigente tuiteó además que los disturbios mostraron que su gobierno tiene que hacer más para abordar las preocupaciones de los manifestantes.
El movimiento de los chalecos amarillos estaba decayendo en las últimas semanas.
