Una vez más, somos testigos de lo que la división y el encono pueden ocasionar, es terrible hasta dónde ha escalado el discurso de odio y descalificación que hoy se ve traducido en lamentables e inadmisibles manifestaciones de odio, acusaciones, simulaciones de muerte y violaciones en contra de la Ministra Piña, una violencia simbólica que nos violenta a todas y todos. Hay una falta total de responsabilidad ante el alcance que puede lograr la comunicación que este movimiento de rencor y venganza emite todos los días, pues ninguna palabra es inocente, resulta preocupante lo que esto puede ocasionar, sobre todo, en el contexto actual de nuestro país, donde desaparecen mujeres y son encontradas muertas, como cosa de todos los días.
México es uno de lugares más inseguros DEL MUNDO, 9 de las 10 ciudades más violentas, se encuentran en nuestro país, semana tras semana rompemos deshonrosos récords de homicidios, tan sólo en el primer cuatrimestre del 2023 se registraron 2,175 crímenes de violencia extrema, feminicidios, secuestros, desapariciones y asaltos, se han elevado alarmantemente en los últimos 5 años.
No podemos ser indiferentes ante esta situación, la peor forma de enfrentar un problema es cerrar los ojos ante él, la actual administración podrá negarlo y manifestar otros datos, pero el llanto de las madres y los huérfanos, la preocupación y miedo de las familias mexicanas son una realidad que los ha rebasado, la incitación a la violencia, los discursos y las erráticas “estrategias”, hoy tienen a nuestro país envuelto en dolor.
Es muy importante tener en cuenta que nuestra manera de percibir el mundo, depende en gran medida de cómo se presenta la información, de nuestra comunicación, de nuestra capacidad de convencer y conmover, pues el 80% de nuestras decisiones se toman con las emociones, en este sentido, es importante tomar conciencia y volvernos expertos en practicar la empatía y la solidaridad, hagamos de nuestras palabras un bálsamo de paz, puentes que unan, acciones que convenzan y transformen.
En 14 días desde la elección del Estado de México, las y los mexiquenses, tenemos la gran oportunidad de reflejar en las urnas, la urgencia de un cambio hacia la reconciliación, paz y respeto, no podemos permitir que la invitación al odio, la denostación y la imposición de una sola voz, que quiere tener todo el control de forma autoritaria y sin respetar la división de poderes, llegue a nuestro estado, estamos a tiempo de unirnos, con profunda responsabilidad y amor defendamos nuestra bendita casa.
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