www.capitaledomex.com.mx

#HerenciadelMéxicoAntiguo Nacahue, el huichol y los cinco continentes

Carlos G. Alviso López
 

A diario conciliaba con los puntos cardinales del planeta. Hablaba con el viento, el fuego, el agua con el fin de que la vegetación y las llanuras tuvieran la fertilidad indispensable para dar frutos y alimentos a las personas. Nacahue, Diosa de la Tierra, era una anciana poderosa y de suma bondad. Hace ya tiempo, […]


A diario conciliaba con los puntos cardinales del planeta. Hablaba con el viento, el fuego, el agua con el fin de que la vegetación y las llanuras tuvieran la fertilidad indispensable para dar frutos y alimentos a las personas. Nacahue, Diosa de la Tierra, era una anciana poderosa y de suma bondad.

Hace ya tiempo, un huichol hacendoso en los quehaceres del cultivo, comenzó a arar con ahínco sus parcelas, talando a su paso enormes árboles que le impedían generar surcos para la siembra.

Esta exhaustiva labor fue inútil, porque a la mañana siguiente los árboles volvían a crecer del mismo tamaño, con la robusteza y frondosidad de la tarde anterior. Así lo hizo durante cuatro días seguidos. Al quinto, decidido a saber qué pasaba, se levantó muy temprano para averiguarlo.

Fue entonces que vio a Nacahue, quien portaba un bordón en su mano con el que hacía renacer a los árboles caídos, enraizándolos de nuevo en su sitio con una mágica facilidad. Sorprendido el huichol se aproximó a ella para cuestionarle.

Antes de que pudiera preguntarle a Nacahue, la viejecita se le adelantó diciéndole: “en un lapso de cinco días habrá un terrible diluvio; te aconsejo construyas una caja de madera para que sobrevivas”.

También, Nacahue le comentó al huichol que llevara consigo cinco granos de maíz de distintos colores, cinco frijoles y cinco sarmientos de calabaza para alimentar al fuego, pues sería necesario tratar de saciar las llamas. Así lo hizo el huichol, quien además llevó una perrita negra a su lado.

La anciana cerró la caja, en el interior estaba el huichol con todo lo que le había solicitado Nacahue. Así, se avecinó el diluvio y tiempo después que se apaciguó, se abrió la caja. Al salir el huichol, vio que la Tierra seguía inundada. También observó que unas cien guacamayas trozaron la Tierra en cinco continentes.

Al término de este suceso, Nacahue retornó a su morada celestial y el huichol continuó habitando la tierra dividida en cinco enormes pedazos. Esta leyenda nos cuenta la conformación de lo que hoy es el globo terráqueo y es una herencia más del México antiguo.

Más notas sobre