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#HerenciadelMéxicoAntiguo Los impuestos del México Antiguo

Carlos G. Alviso López
 

Más de 500 años hace ya que esta historia sucedió. El poderío mexica en su esplendor dominada y subyugaba a los pueblos del México remoto. Aquellos naturales de firme estirpe que debían rendir no sólo pleitesía a los gobernantes de la gran Tenochtitlan, sino también tenían que pagar en especie para no ser castigados con […]


Más de 500 años hace ya que esta historia sucedió. El poderío mexica en su esplendor dominada y subyugaba a los pueblos del México remoto. Aquellos naturales de firme estirpe que debían rendir no sólo pleitesía a los gobernantes de la gran Tenochtitlan, sino también tenían que pagar en especie para no ser castigados con el rigor del ejército descendiente de Aztlán.

Era tanta la organización política, social, productiva y económica de los aztecas, que este registro de los pagos, ofrendas y dádivas que obligadamente rendían las tribus aledañas a la majestuosa ciudad rodeada por el lago de Texcoco, le llamaron la Matrícula de los Tributos.

La conocida Triple Alianza conformada por los señoríos de México-Tenochtitlan, Texcoco y Tlacopan, hoy conocida esta última región como Tacuba, fueron civilizaciones radicadas en el Valle de México, que hicieron constar en dieciséis páginas de papel amate, con inscripciones pictográficas por ambos lados, todo aquel artículo o producto de los pueblos sujetos a dicha actividad tributaria.

Este importante libro de contribuyentes contiene la cantidad y denominación del tributo. Los gravámenes recolectados están representados con numerales y medidas entre los que se encuentran: algodón, enaguas, huipiles, pieles, mantas, escudos, rodelas, trajes, oro, madera, semillas, conchas de caracoles de mar, puntas de obsidiana, aves, plumajes y muchos más artículos.

Fueron múltiples los pueblos que pagaron aranceles a la temible Triple Alianza como los habitantes de Tlatilulco, Zozollan, Huaxtepec, Chalco, Atotonilco, Tollocan y Tepeyacac, cuya glosa se extendió desde el centro del país, hasta el sur del Ombligo de la Luna, significado en náhuatl del nombre de nuestro México amado.

La portentosa manufactura de la Matrícula de los Tributos fue plasmada por artistas y pensadores de esos entonces conocidos como tlacuilos, se estima que se realizó entre la década de 1520-1530 y hasta nuestros días es valiosa su información como la toponimia y la organización que se tenía en aquella época que hoy es una herencia más del México antiguo.