www.capitaledomex.com.mx

#HerenciadelMéxicoAntiguo La casa de baños de vapor

Carlos G. Alviso López
 

El temazcal no sólo era parte de los métodos curativos de nuestros antepasados, sino un complemento de las tradiciones y usos habituales, una forma más de disfrutar el cuerpo, estimularlo y por supuesto, cuidar de él. Se decía que dentro de un temazcal, el alma se paralizaba, se separaba por unos instantes del cuerpo, para […]


El temazcal no sólo era parte de los métodos curativos de nuestros antepasados, sino un complemento de las tradiciones y usos habituales, una forma más de disfrutar el cuerpo, estimularlo y por supuesto, cuidar de él. Se decía que dentro de un temazcal, el alma se paralizaba, se separaba por unos instantes del cuerpo, para que este tuviera su momento y pudiese regenerar muchos desperfectos y de esa forma seguir adelante en el mundo.

Temazcalli, es como se conocía en parte de Mesoamérica y quiere decir en náhuatl “casa de baños de vapor”. Los totonacos solían nombrarle Saq, los tarascos lo llamaban Huriguequa. Y desde su creación ha sido un proceso terapéutico porque, entre otras cosas, ayuda a dilatar los vasos sanguíneos, despejar las vías respiratorias, acelera la circulación, relaja la mente y los músculos.

Se les relaciona con los ritos del juego de pelota. Los temazcalli se construían en diversas formas: cuadradas, rectangulares, en círculo. Los vestigios arqueológicos encontrados muestran espacios considerables, algunos, capaces de dar cabida a por lo menos 30 personas y están situados en donde alguna vez estuvieron centros ceremoniales de las ciudades prehispánicas.

La comunión que generaba el interior de un temazcal era de lazos entrañables para quienes les daba cabida por unos minutos, cuenta que era tan fuerte el vínculo que podría llevar a las personas a eternizarse en alguna constelación y ser guía de pueblos o guerreros gracias a la bondad y elección de los dioses.

No obstante a que el preparar un baño de vapor llevaba su técnica y su tiempo, eran personas dedicadas a ello quienes los hacían, pues mezcla de plantas curativas, madera caliente y algunos otros implementos naturales, daban ese confort al cuerpo de nuestros antiguos.

El ritual que representa el temazcal pertenece principalmente a lo relacionado con la medicina, la curación y la salud prehispánica. Que se conjuraba con una actitud merecedora de un baño de vapor, un comportamiento ejemplar pata poder ser introducido a las instalaciones donde se llevaba a cabo la vaporización sagrada y que hoy sigue en muchas partes de nuestro territorio  como una herencia más del México antiguo.