Al perfilarse a favor del PAN el tener “mano” en la selección de candidatos rumbo a 2024 y con la posibilidad de incrustar a Xóchitl Gálvez, como coordinadora del Frente Amplio por México, comenzaron a crecer lo intereses de la corriente de ultraderecha panista, anclada en Jalisco, y dirigida por el exgobernador, Emilio González Márquez.
El exmandatario encontró en la coyuntura preelectoral, el ambiente propicio para sembrar la división en el estado y diseminarla. Ya que su visión es la de negociar, hasta el chantaje, con Movimiento Ciudadano, la gubernatura del estado. En su visión maniquea, los dirigentes partidistas del MC, deben inclinarse por Xóchitl Gálvez entrado el proceso de selección de candidatos, ya que no hay espacio para un tercer lugar. Además, de que, en esa aritmética, se pone en riesgo de que la gubernatura quede en manos de Morena y el gobernador Enrique Alfaro se convierta en un entreguista.
En su más reciente aparición política, González Márquez advierte: “si la elección se hace de tres, gana Morena; si la elección es entre dos, gana la oposición”.
A González Márquez le interesa que el PAN se vuelva a posicionar como partido con fuerza para regresar a levantar la bandera de ultraderecha enarbolada por él, durante su paso por la gubernatura del estado.
Su sexenio se caracterizó por sus posiciones extremistas y comentarios incendiarios, y es que el choque con Morena —y su fusión de nacionalismo social— rumbo a 2024 le exige a los grupos conservadores retomar las viejas estructuras como los Tecos, el Movimiento Universitario de Renovadora Orientación (MURO) y el Yunque, de esta manera es González Márquez, el panista más conspicuo para agrupar esas expresiones para retomar espacios y desde ahí enfrentar a Morena ante el ambiente crispado generado desde las posiciones de la mañanera del presidente Andrés Manuel López Obrador en Palacio Nacional.
De acuerdo con los antecedentes históricos, algunos grupos de ultraderecha nacieron en el Occidente del país, particularmente en tierras jaliscienses, donde el movimiento cristero tuvo una efervescencia y donde Emilio González se convierte en el personaje visible de esta corriente de pensamiento.
En su momento, con tal de ganar la gubernatura Enrique Alfaro Ramírez, aceptó la adhesión de panistas simpatizantes de la ultraderecha. Estos sectores se sumaron en su apoyo durante las campañas por la gubernatura de Jalisco de 2012 y 2018.
Ese tipo de grupos que apoyaron ahora, reclaman sus espacios. Tienen la posibilidad de resurgir y trabajar en contra de quien fue un aliado de conveniencia para la conquista del poder. El terreno de la polarización comienza a ser fértil para reforzar el choque del proyecto de López Obrador con la ultraderecha.
Enrique Alfaro está en medio del fuego. Emilio González encontró la manera de presionar a Movimiento Ciudadano, escudándose con la imagen de Xóchitl Gálvez y el panismo.
El actual riesgo es que el PAN comience a tomar fuerza y detrás del partido entre la ultraderecha encabezada por Emilio González.
Israel Mendoza Pérez
@imendozape
