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A cuatro años y tres versiones del caso Ayotzinapa

Fue entre la noche del 26 de septiembre y la madrugada del 27, del año 2014, cuando en uno de los episodios más violentos en la época contemporánea de México, 43 estudiantes normalistas fueron desaparecidos sin que hasta la fecha se conozca su paradero o destino.

Las víctimas pertenecían a la Escuela Rural Normal Raúl Isidro Burgos, ubicada en Ayotzinapa, Guerrero, y la versión oficial afirma que fueron asesinados e incinerados en un basurero, ubicado en Cocula.

Por estos hechos, diversas personas permanecen encarceladas, entre ellas el ex edil de Iguala, José Luis Abarca y su esposa María de los Ángeles Pineda.

Según cifras del gobierno federal, un total de 15 mil 516 personas entre 13 y 29 años permanecen desaparecidos en México.

Los menores de edad que están en esta situación superan los 7 mil, de acuerdo a la base de datos de la Secretaría de Gobernación.

Recopilamos tres versiones sobre lo que pasó esa trágica noche: la oficial o gubernamental, la del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) y la de los recientes documentos filtrados de la Administración para el Control de Drogas (DEA , por sus siglas en inglés).

1.- LA VERSIÓN OFICIAL

Roberto Campa Cifrián se ha reunido en diversas ocasiones con los padres de los 43. Cuartoscuro

De acuerdo al gobierno federal, los estudiantes, que viajaban en un autobús, habrían sido detenidos la noche del 26 de septiembre por policías municipales de Iguala, en Guerrero.

Los jóvenes, según esta versión, fueron entregados al grupo criminal denominado “Guerreros Unidos” que los mató e incineró en el basurero de Cocula para, posteriormente, tirar sus cenizas a un río cercano,

A la versión que dio a conocer en 2015 el entonces procurador general, Jesús Murillo Karam, se le conoció como “la verdad histórica” y no fue aceptada por los padres de familia de los normalistas ni por el GIEI.

Según las autoridades, la detención de los estudiantes se habría dado por una orden del alcalde de Iguala. Otra versión afirma que “Guerreros Unidos” habría confundido a los jóvenes con miembros de un grupo delincuencial rival conocido como “Los Rojos”.

2.- LA VERSIÓN DEL GIEI

Reunión entre el GIEI, la CIDH y el Gobierno de la República en 2016. Cuartoscuro

El GIEI puso en dudo la versión oficial de que los jóvenes fueron detenidos por policías corruptos el 26 de septiembre del 2014, para después entregarlos a un grupo criminal que los mató e incineró en un basurero.

Para el grupo de expertos, la acción de violencia concertada la noche del 26 de septiembre fue más amplia e involucró a más personas de las que se tienen encarceladas como probables responsables.

Esa noche se habrían registrado diversos bloqueos en la zona y ataques armados de civiles y policías en Mezcala, que se extendieron al menos 80 kilómetros en línea por la carretera Iguala-Chilpancingo.

Destaca que dentro de la ampliación del ataque -con el objetivo de que ningún autobús saliera de la zona- se alcanzó al transporte del equipo de futbol Los Avispones en el cruce de Santa Teresa, en un punto conocido como Sabana Grande, donde tres persona murieron.

En una localidad llamada Pololcingo, por ejemplo, policías del municipio de Huizuco montaron un retén “sin ningún motivo declarado”.

Para el GIEI, las autoridades deben investigar si el autobús donde viajaban los normalistas transportaba un cargamento de heroína, motivo por el que se desató la movilización en la zona.

Lo anterior estaría relacionado con el trasiego de esta droga entre Iguala, Guerrero, y Chicago, Estados Unidos, por lo que recomendaron investigar el modus operandi de “Guerreros Unidos” en esta actividad.

3.- LOS DOCUMENTOS DE LA DEA

Recientemente se conoció que la DEA mantenía interceptados, al menos, 11 números telefónicos de los líderes de “Guerreros Unidos”, donde pudieron seguir los acontecimientos de la noche del 26 de septiembre en Iguala.

Las conversaciones, de las cuales el diario Eje Central difundió algunas partes, dan cuenta de que los estudiantes habrían sido interceptados debido a una confusión entre los integrantes del grupo delincuencial.

Lo que ocurrió entre 19:44 del 26 de septiembre y las 04:16 del 27 no está registrado por la DEA, pero las conversaciones posteriores sí.

La difusión de este material detalla cómo los líderes del cártel Adan y Sidronio Casarrubias intercambiaron cientos de mensajes con jefes de plaza y operadores para manejar la crisis desatada y reducir los costos de la misma.

Las comunicaciones revelan que los jefes de “Guerreros Unidos” creyeron que estaban siendo atacados por sus rivales “Los Rojos” o, quizá “La Familia Michoacana” por lo que al momento de la operación no supieron quiénes viajaban en los autobuses.

La información reveló, también, que debido a un vacío, en el que la policía municipal se encargó en primera instancia del caso, los capos pudieron armar una estrategia para responsabilizar al gobierno estatal, federal y municipal de lo que había sucedido.

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FF/LGG

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