Si bien, los derechos de las mujeres han sido reconocidos en diversos niveles y ámbitos de gobierno, aún existe una deuda con ellas para que logren ocupar espacios importantes y específicos como al interior de la Junta de Coordinación Política del Congreso, en los partidos políticos y en el tema de estereotipos y roles, así lo refirió Karina Ivonne Vaquera Montoya, consejera del Instituto Electoral del Estado de México (IEEM).

Para seguir empoderando al género y cambiar su realidad, indicó, es indispensable que las mujeres participen en la toma de decisiones, sean persistentes y sororas para lograr un pleno reconocimiento de sus derechos.

“Es importante participar, porque sólo así podremos cambiar la realidad que tenemos y hay que ser muy persistentes, tener sororidad entre nosotras, sólo así habrá el reconocimiento de nuestros derechos, porque no nos hacen ningún favor, creo que es importante seguir empoderándonos y a las nuevas generaciones y por supuesto, sumar a todos aquellos hombres que están convencidos de esto”, expresó.

A quienes ya ocupan un espacio de decisión, llamó, “seamos libres en pensamiento, en acción y que por supuesto demos cuenta que hay una deuda histórica con nosotras, si estamos en estos espacios vale la pena contribuir. Sororidad, Fuerza e Igualdad Sustantiva”.  

Reiteró que la sororidad es uno de los ejes torales para que entre mujeres se ayuden, apoyen e impulsen en diversos espacios, pues dijo, en muchas ocasiones, son violentadas por otras, lo que tiene que ver con la cuestión cultural, con la parte de los machismos y del sistema patriarcal con el cual han sido educadas.  

Señaló que aún hay un sinfín de pendientes para erradicar la violencia política en razón de género, entre estos: el que se pueda generar una mayor vinculación interinstitucional, entre entes que tienen relación con el inicio y la instrucción de procedimientos (sancionadores); mejorar el tema de pruebas para acreditar la violencia que sufren las mujeres; establecer procedimientos diferenciados para el caso de precandidatas, candidatas y servidoras víctimas de violencia; así como modificar la parte cultural de los partidos políticos para que puedan incorporar a más mujeres en liderazgos políticos.