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Plantón pacífico prometen normalistas esperan informe de hechos por los 43 desaparecidos

El plantón permanecerá por cinco días, es decir, hasta el próximo lunes, cuando se cumple un aniversario más de la desaparición de los normalistas 

La versión de que los cuerpos de los estudiantes fueron incinerados fue descartada en 2016 por investigadores internacionales


Normalistas de Ayotzinapa instalaron un plantón afuera de las instalaciones del Campo Militar 1-A en Naucalpan y en las inmediaciones de Avenida Conscripto, en Ciudad de México, exigen que se complete la investigación del caso de la desaparición de los estudiantes de la Escuela Normal Isidro Burgos, que se registró hace nueve años en Iguala, Guerrero.

Los estudiantes, acompañados de los padres de familia de los desaparecidos, llegaron a bordo de diversos autobuses pasadas las 13:00 horas de este jueves.

Algunos con la cara cubierta, manifestaron que la presencia será pacífica con la única intención de que las autoridades les informen con veracidad los hechos ocurridos la noche del 26 de septiembre.

El plantón, indicaron, estará por cinco días, es decir, hasta el próximo lunes, cuando se cumple un aniversario más de la desaparición de los normalistas y se lleve a cabo la reunión con las autoridades del Gobierno federal.

El presidente Andrés Manuel López Obrador, en conferencia matutina, se comprometió a entregarles un informe detallado de los hechos en Iguala, tras los señalamientos de los padres de familia, quienes han indicado que siguen existiendo inconsistencias en el caso.

Fue en el Campo Militar 1-A donde, de acuerdo a los primeros registros, se ubicó uno de los celulares del estudiante Julio César Mondragón, cuyo cuerpo fue localizado desollado en Iguala. Este evento puso al descubierto la intervención del Ejército en la desaparición de los normalistas.

De acuerdo a la primera versión oficial del entonces gobierno del presidente Enrique Peña Nieto, se indicó que los 43 estudiantes fueron entregados a integrantes del cártel local “Guerreros Unidos”, quienes los habría quemado en un basurero en la comunidad de Cocula y sus restos habrían sido arrojados a un río. 

La versión fue descartada en el año 2016 por investigadores internacionales del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes.