A horas de que probablemente el Instituto Electoral del Estado de México (IEEM), cuente ya con una presidenta, la consejera electoral del mismo órgano autónomo, Karina Ivonne Vaquera Montoya, enfatizó que estará recibiendo un instituto fuerte en la parte operativa, pero carente de acciones afirmativas y de inclusión de grupos históricamente discriminados.
El reto de la nueva titular del IEEM, dijo, será articular decisiones que sean consensadas y no generar decisiones al “vapor” para así, cumplir cabalmente con los principios de certeza, legalidad e imparcialidad.
Por otra parte, señaló que continúa existiendo en el Instituto Electoral local pendientes en temas de paridad y de oportunidades claras para grupos históricamente discriminados, en los cuales se deberá trabajar a la brevedad.
“Hay un instituto que tiene una gran fortaleza que radica en el personal operativo, en las áreas directivas, a excepción de la Dirección de Partidos Políticos en donde sí habría que poner especial atención, dentro de todo los demás me parece que es un instituto que cumple, creo que también parte de lo que va a encontrar es el gran reto de generar consensos que es algo que no ha existido a lo largo de 15 meses”, expresó.
En el apartado de la inclusión de las minorías, la consejera electoral sostuvo que se ha dejado de lado la implementación de acciones que permitan la incorporación de personas de la diversidad sexual, con alguna discapacidad y/o afrodescendientes mujeres indígenas, para que tengan espacios y oportunidades de ser postulados y postuladas.
“Como lo he dicho, como nosotros tratamos a nuestras minorías, es el tipo y la calidad de democracia que tenemos. Debemos entender que la realidad del país y de la entidad ha cambiado, ya no es la misma, inclusión implica que ellos tengan espacios y oportunidades, por lo que debemos incluirlos, ya sea modificando los lineamientos, el reglamento de candidaturas o generando acciones afirmativas, concretas y expresas para cada uno de estos grupos”, dijo.
En relación al acuerdo aprobado por mayoría en el Consejo General para crear la Unidad para la Coordinación de los Trabajos de Igualdad de Género y Erradicación de la Violencia Política en Razón de Género, señaló que el proyecto avalado fue hecho “sobre las rodillas”, puesto que no se estableció la normatividad de la nueva unidad; no existe el monto global que se requiere para operar, sólo un estimado; no tiene definido al perfil idóneo que debe encabezarla; no existe un lugar físico establecido para que pueda instaurarse; y tampoco se define el perfil de su personal, pues dijo, a su criterio debe ser operada por especialistas para evitar revictimizar a quien solicite apoyo.
