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Edgar Orozco usó recursos públicos para pagar sus viajes personales

Edgar Orozco Mendoza, llevó a cabo eventos en escuelas Normales cuyo único objetivo era quedar bien con autoridades de la Dirección General de Educación Superior 

Edgar Orozco Mendoza, tejió una red de complicidades, colocando en direcciones claves de Normales específicas a sus amigos


Por las manos de Edgar Orozco Mendoza pasaron millones de pesos, -aunque no literalmente- que sirvieron para pagar viajes al interior de la República, viáticos de representación, según ordenaba. Dinero público utilizado también para cumplir caprichos de familiares, como la cirugía estética de su esposa -asegura personal administrativo-, interminables fiestas en donde corrían ríos de alcohol y se celebraba con sus cercanos y amistades, por supuesto, la compra del vehículo que fuera con su nuevo “estatus” y supliera el ya para entonces, muy básico Tsuru.

Así el ex director de Educación Normal del Estado de México, en la administración de Alfredo del Mazo Maza, el “profe” Edgar Orozco Mendoza. No sólo amenazó, amedrentó y obligó a que directivos, administrativos y profesores llevaran a cabo acciones que les comprometían, pues era la forma de mantenerlos a raya. “No te olvides, has cometido estas irregularidades y por ellas te pueden despedir, si no es que paras en la cárcel”, palabras más, palabras menos es como solía amedrentar a quienes veía, podrían darle la espalda en sus “tranzas”.

Se documentaron, confían fuentes a CAPITAL ESTADO DE MÉXICO, gastos de viajes que realizó a Morelos (Cuernavaca), Veracruz, a Puebla,  San Luis Potosí, también a Baja California, por supuesto a Tijuana, a la Ciudad de México, Sinaloa y Puerto Vallarta, todos esos viajes fueron liquidados con recursos de las Normales, exigiendo que en el rubro de motivo se pusiera representación del estado en cursos, ferias, eventos relacionados con el área de Normales, obviamente los viajes eran de paseos personales, nada relacionado con su encargo.

Edgar Orozco Mendoza, tejió una red de complicidades, colocando en direcciones claves de Normales específicas a sus amigos, personas que debían reportarse con el dinero en efectivo o recibir instrucciones de cómo hacer los movimientos bancarios con el contador Jaime Hernández, hombre de su entera confianza y a quien, por cierto, recompensó, con plazas para familiares.

Como sabía que algo tenía que hacer para taparle el ojo al macho, Edgar Orozco Mendoza, llevó a cabo eventos en escuelas Normales cuyo único objetivo era quedar bien con autoridades de la Dirección General de Educación Superior, y por supuesto instruía se pagaran comidas, hoteles, transportes, lonas y los infaltables presentes, todo debía estar a la hora y en el lugar indicado, por supuesto, las sedes fueron los hoteles más lujosos en la capital y todo ello pagado por las escuelas Normales.

Como buen emprendedor Orozco Mendoza, vio oportunidad de hacer más negocio con un evento anual que quedaba a la perfección con sus planes, justificar ante sus jefes lo poco que hacía y así programó anualmente un Congreso de Matemáticas, claro, a realizarse con una asociación de la cual es socio y presidente.

Usó instalaciones, recursos materiales, económicos y humanos para la realización de estos eventos y los cientos de miles de pesos, fueron a parar directo a su bolsa. Para asegurar la asistencia y que se viera, “había mucha convocatoria y gente”, cada normal debía “poner” vehículos, gastos, viáticos y mínimo, unos cincuenta alumnos y docentes para cada actividad.

Sobra decir que quienes tuvieron la osadía de oponerse a sus caprichos o insinuar se estaba utilizando mal el recurso, fueron acosados y despedidos.  Podríamos pensar hasta ahí para todo, la serie de irregularidades hechas por Edgar Orozco Mendoza, pero no es así, aún falta mucho más, aún hay más qué contar y así lo haremos.