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Ambientalistas denuncian ecocidio de los cuerpos de agua

Las cargas residuales son la principal causa de la contaminación 

Un estudio reciente indica que en este vaso regulador de agua, registra una concentración de hierro y manganeso


Las presas del Estado de México enfrentan una grave problemática, en especial por la contaminación del agua, además de tener niveles históricos de bajo almacenamiento.

De acuerdo con diversos especialistas, las cargas residuales son la principal causa de la contaminación que registran.

Muestra de ello es la Presa Madín, que se encuentra en una grave crisis de contaminación como consecuencia de la descarga de agua residual y los contaminantes que arrastran los afluentes del Río San Juan y Río Tlalnepantla, así como de las filtraciones de tiraderos de basura existentes en la zona.

Un estudio reciente indica que en este vaso regulador de agua, registra una concentración de hierro y manganeso de entre 200 y 300 por ciento, cifras superiores a los límites de metales estipulados por la normatividad.

La Presa Madín, es un área natural cuya alta contaminación afecta directamente a los municipios de Atizapán de Zaragoza, Naucalpan de Juárez y Jilotzingo. De ella depende el abasto de agua de muchas de sus comunidades.

Grupos de ambientalistas integrantes de la Comisión de Cuenca Presa Madín, han tratado por años de cuidar el entorno de la presa referida. En los últimos trienios, se presentaron al menos dos emergencias ambientales. En el 2019 y 2021 se presentó una muy alta proliferación de lirio acuático, el cual fue retirado por colectivos y grupos ambientalistas.

La presidenta de SOS Mascotas y Rescate Ambiental AC, e integrante de la Comisión de Cuenca Presa Madín, Xiomara Trujillo, indicó que se trabaja por medio de diversas acciones en un programa de restauración.

Dio a conocer que la Comisión de Cuenca le presentó a Conagua, un programa integral de restauración.

“Tenemos que hacer algo, ya no podemos seguir permitiendo que nuestros ríos y presas se sigan contaminando”, apuntó la ambientalista.

Y dijo que si se visita Jilotzingo, donde nacen los manantiales que llegan a la Presa Madín, se puede observar que llevan agua limpia, transparente. “Es allí donde nos podemos dar cuenta del maravilloso recurso que tenemos”.

Cuenca abajo, compartió, esa agua que corre en Chiluca todavía se ve limpia, pero al llegar a zona Esmeralda, ya podemos ver cómo cambia de color por las descargas y toda esa agua que llega a la presa Madín, ya está contaminada.

Tenemos que exigir a las autoridades, compartió, hagan su chamba, que no sean omisas y que exijan a los fraccionadores que cumplan con lo que marca la norma con plantas tratadoras de agua, incluso cada una de las descargas deben tratarse individualmente, de hecho no deberían llegar al vaso regulador, pero ahorita que ya están ahí deben darles un tratamiento, porque todas nuestras presas y ríos están impactadas al permitir descargas del drenaje, eso definitivamente no debería estar pasando.

Hizo ver que la zona de la Presa Madín, ha tenido un desarrollo inmobiliario desmedido, descontrolado.

Bajo almacenamiento

La presidenta de la asociación civil Rescate Ambiental, lamentó que las presas que se encuentran en la entidad mexiquense están en su nivel de almacenamiento histórico más bajo y que todas están contaminadas, por lo que “ya es momento de hacer un alto total”.

El agua de la presa Valle de Bravo, presenta actualmente un fenómeno conocido como eutrofización, en el cual las aguas producen nutrientes a un ritmo tan acelerado que no puede ser compensado por la mineralización total. La descomposición del exceso de materia orgánica ocasiona entonces que disminuya el oxígeno  en las aguas profundas. Además de la presencia de malezas acuáticas y florecimientos explosivos de fitoplancton, lo cual representa un peligro por probable intoxicación y sabor desagradable en el agua.

Por otro lado, durante la mayor parte del año, son arrojados al lago residuos contaminantes que provienen de varias fuentes como granjas acuícolas, así como fertilizantes y pesticidas empleados en la agricultura. También en la presa de Valle de Bravo se realizan descargas provenientes de los drenajes sanitarios urbanos.

Al respecto, la ambientalista consideró que debe haber sanciones para aquellos que contaminan y básicamente es algo que no se está haciendo, si un desarrollador genera daño al ambiente que pague. Xiomara Trujillo indicó que, es fundamental que las dependencias tanto a nivel municipal, estatal y federal que tienen competencia en este tema asignen los recursos correspondientes para rescatar las presas a través de un programa integral de limpieza de los cuerpos de agua, mantenimiento y construcción de potabilizadoras de agua.