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Puertorriqueños quieren protestas sostenidas contra Rosselló

SAN JUAN (AP) — Pasajeros de cruceros recorrieron el jueves las calles del Viejo San Juan mientras los comerciantes retiraban los tablones de madera de sus ventanas y cubrían los grafitis que exigían la renuncia del gobernador Ricardo Rosselló.

En una plaza colonial ubicada detrás de la residencia gubernamental, un pequeño grupo de personas colocaron zapatos de las personas que murieron a causa del huracán María, cada uno de ellos decorado con una flor azul.

Los zapatos fueron colocados inicialmente en los escalones del capitolio de la isla el año pasado a manera de protesta por el rechazo del gobierno a reconocer las muertes prematuras de miles de personas debido a los daños infligidos por la tormenta de septiembre de 2017. El jueves, menos de 12 horas después de que se realizara la protesta más grande del territorio estadounidense en varios años, los zapatos se convirtieron en parte de un intento por formar un movimiento de protesta sostenido para derrocar a Rosselló.

La chispa que detonó la indignación fue la filtración de cientos de páginas de un chat entre el gobernador y sus asistentes, donde realizaban bromas vulgares e insultaban a mujeres, homosexuales e incluso a los fallecidos a causa del huracán. Pero lo que avivó las dos enormes manifestaciones de esta semana contra Rosselló, según sus participantes, son los años de mala gestión, corrupción y recortes, incluyendo el cierre de cientos de escuelas y el colapso de la red eléctrica tras el paso de María.

“Rosselló representa algo, es un sistema corrupto, un sistema que se burla de la vida, que se burla de las muertes”, dijo Kique Cubera García, un cineasta de 41 años que ayudó acomodar los zapatos. “Ricardo Rosselló es la gota que colmó la copa”.

A pesar de las palabras de Cubera y de las de otros puertorriqueños indignados, no existe ninguna certeza de que las voces que se oponen a Rosselló serán lo suficientemente fuertes para forjar un movimiento sostenido que obligue a que el gobernador de 40 años de edad deje el cargo. El partido oficial cuenta con mayoría en las dos cámaras del Congreso de la isla, y los legisladores han indicado que no pretenden iniciar procedimientos de juicio político por ahora.

“Tengo el compromiso, más fuerte que nunca, de llevar a cabo la política pública por la que tanto hemos trabajado en todas las áreas de gobierno”, dijo Rosselló en un comunicado por escrito difundido el jueves. “Reconozco el reto que tengo ante mí por las controversias recientes, pero creo firmemente en que es posible restaurar la confianza y que podremos, luego de este proceso doloroso y penoso, lograr la reconciliación”.

Hacia la tarde del jueves, la figura de Rosselló sufrió otro importante golpe después de que dos de los miembros más importantes del gobernante Partido Nuevo Progresista — el exgobernador Luis Fortuño y el alcalde de Bayamón Ramón Luis Rivera Jr. — exigieran su renuncia.

“Por usted, su familia, nuestro ideal y Puerto Rico, deje que otro termine su término”, escribió Fortuño.

En tanto, el presidente Donald Trump habló el jueves sobre la situación en Puerto Rico y, a través de Twitter, dirigió un fuerte mensaje en contra del gobierno del territorio un día después de que decenas de miles de personas se manifestaran en contra del gobernador. Trump se centró más en una de las principales antagonistas de Rosselló que en el mismo gobernador.

“Muchas cosas malas están pasando en Puerto Rico”, tuiteó Trump, agregando que “el gobernador está siendo atacado”. Y refiriéndose a la alcaldesa de San Juan, Carmen Yulín Cruz, férrea detractora del presidente, afirmó que era una “persona incompetente y despreciable en la que no confiaría bajo ninguna circunstancia”.

Trump argumentó que gran parte de los fondos aprobados por el Congreso tras el paso del devastador huracán María “fue despilfarrado o desperdiciado, y nunca más se volvió a ver”, y agregó que “muchos de los gobernantes (en Puerto Rico) son corruptos y están robando descaradamente al gobierno de Estados Unidos”.

La alcaldesa respondió en Facebook: “Entiendo que no tenga el interés ni la capacidad de entender la dignidad cuando se la encuentra. También entiendo que no pueda condenar la conducta corrupta, misógina, homofóbica y abusiva. Después de todo, si lo hiciera, se estaría juzgando usted mismo”.

La isla pasa apuros para salir de un desastre financiero por causa de deudas, así como de una recesión que comenzó hace más de una década. También está pidiendo más ayuda federal para recuperarse del azote de María, que devastó la red eléctrica, y para poder ofrecer nuevamente atención médica a ancianos y enfermos.

Algunas de las personalidades más conocidas de Puerto Rico, como los cantantes Ricky Martin, Residente y Bad Bunny, participaron en la marcha del miércoles, algunos de ellos portando banderas puertorriqueñas de color negro y gris, en vez de los colores oficiales rojo, blanco y azul, para manifestar su descontento.

Otros puertorriqueños de renombre en Estados Unidos continental, como el dramaturgo Lin-Manuel Miranda y el mánager de los Medias Rojas de Boston Álex Cora, se unieron a los llamados a la renuncia de Rosselló.

También se han realizado manifestaciones de menor tamaño en otras partes de la isla, donde algunos puertorriqueños están retirando retratos de Rosselló de las oficinas de gobierno.

“El país está empezando a manifestarse de formas nuevas”, dijo la artista Gloribel Delgado Esquilín, quien ayudaba a acomodar los zapatos en la plaza del Viejo San Juan. “No hay forma de pronosticar lo que va a pasar con el país”.

De igual forma hubo más indicios de descontento: El departamento de policía de Puerto Rico informó que decenas de fusiles y pistolas fueron robados la noche del miércoles de una estación de policía en la localidad de Guayama.

El comisionado de policía Henry Escalera Rivera dijo que los agentes hallaron que las cerraduras de un almacén habían sido forzadas y que se habían robado 30 pistolas, 18 fusiles y 4.000 municiones.

En una de las paredes del depósito se encontró un mensaje de amenaza dirigido a Rosselló, indicó Escalera.

Los principales sindicatos laborales de la isla convocaron a una tercera manifestación para la tarde del viernes desde los muelles del Viejo San Juan hacia la residencia del gobernador, señalando que ellos también confían en que la llegada de un nuevo mandatario es sólo cuestión de tiempo.

“Va a tener que renunciar porque las protestas van a seguir creciendo”, dijo Ángel Figueroa Jaramillo, director del sindicato que representa a muchos de los empleados de la Autoridad de Energía Eléctrica de la isla. Rosselló propuso la privatización de la agencia, que colapsó durante la tormenta debido a décadas de negligencia y mala gestión.

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El periodista de The Associated Press Peter Orsi contribuyó desde la Ciudad de México.

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Michael Weissenstein está en Twitter como: https://twitter.com/mweissenstein

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