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Impunidad en materia ambiental, el problema ante el desperdicio de agua

 

Incrementar las penas a quien “desperdicie” el agua, no será una solución para resolver el problema histórico del agotamiento del vital líquido, lo que se debe hacer es que las leyes ya existentes se acaten, pues en la actualidad existe una grave impunidad, no sólo en la entidad, sino en el país en general respecto […]


Incrementar las penas a quien “desperdicie” el agua, no será una solución para resolver el problema histórico del agotamiento del vital líquido, lo que se debe hacer es que las leyes ya existentes se acaten, pues en la actualidad existe una grave impunidad, no sólo en la entidad, sino en el país en general respecto a temas ambientales, así lo refirió Oliver Gabriel Hernández Lara, profesor e investigador de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEM).

“La modificación de las Ley de Aguas debe ser integral. No sólo en el sentido de endurecer las penas, pero, por otro lado, es grave la impunidad que impera en nuestra entidad y en el país respecto a temas ambientales. Tenemos legislaciones muy permisivas” resaltó.

Indicó que como ejemplo del esfuerzo que incluso, la población ha hecho para actuar en el tema, existen diversas Iniciativas Ciudadanas que se han presentado ante los Congresos para que además de contemplar penas respecto a la contaminación y el “desperdicio”, también hacen propuestas de saneamiento, de buen gobierno del agua y para generar una nueva cultura de su cuidado.

El especialista comentó que ante la indudable importancia que tiene el tema, la clase política puede caer fácilmente en la tentativa populista de pretender incrementar la sanción a quienes derrochen el vital líquido, a tomar posturas conservadoras e incluso, establecer penas dracónicas e injustas; sin embargo, indicó que ello no abonará a resolver el problema histórico persiguiendo, más bien, “Es necesario realizar un ejercicio de memoria y cuestionar los efectos de lo que especialistas como Emilio Taddei llaman ‘discurso hegemónico de la escasez del agua’, algunos de los efectos de dicho discurso son: primero, que oculta la relación entre el actual agotamiento del recurso hídrico y el modo neoliberal de desarrollo y de vida, y dos, que desdibuja la responsabilidad diferenciada respecto a la contaminación y desperdicio del agua”, sostuvo.

Con relación a las alternativas para hacer frente al déficit de agua, aclaró que en primera instancia se requiere de una corresponsabilidad y que cada actor e institución hagan la parte que les toca para su cuidado, pues dijo, su tratamiento no es responsabilidad de un solo sector.

Una de las primeras propuestas en el tema, señaló, es que a nivel gubernamental se tome en serio la transversalidad de los temas ambientales tanto para priorizar la ecología y conservar las Áreas Naturales Protegidas, como para frenar los procesos de urbanización salvaje que priorizan el negocio.

Por otra parte, indicó que las empresas constructoras e industrias deberían ser más congruentes con las certificaciones que se les otorgan y hacerse responsables tanto de la contaminación de los mantos freáticos, como de toma de decisiones basadas en lo económico.

En el ámbito familiar, refirió que las familias deben documentarse y aplicar distintas ecotecnias en sus hogares. “Desde captar agua de lluvia y hacer filtros artesanales, hasta buscar formas más sustentables de vida como reciclar, hacer compostas y huertos en casa”, finalizó.