El Tianguis Orgánico de Chapingo enfrenta una seria amenaza de desalojo por parte de las autoridades académicas de la Universidad Autónoma Chapingo (UACh), propietaria del lugar en el que se instala.
Cabe señalar que el tianguis es reconocido a nivel nacional por sus productos biológicos y su importancia como espacio de investigación para profesores y estudiantes,
Por ello, los productores han expresado su preocupación ante la decisión de las autoridades de cerrar el tianguis, y atribuyen esta medida a la salida de los investigadores fundadores de la UACh en 2023.
Ello, señalan, supuso el final de un contrato vigente con la Universidad.
Ante esta situación, los productores han hecho un llamado urgente a las autoridades de la UACh, para que reconsideren su decisión y mantengan este valioso proyecto orgánico, que opera todos los fines de semana y ha beneficiado tanto a los productores regionales como a los consumidores.
Ezequiel Echeverría González, uno de los fundadores del tianguis y productor de café orgánico, remarcó la importancia cultural y académica del mercado.
Ahí, afirmó, los conocimientos transmitidos por los investigadores han permitido a los productores convertirse en capacitadores de alumnos y colaboradores en investigaciones universitarias.
La notificación de desalojo, emitida el 9 de marzo por Teresita Cisneros Méndez, del Departamento de Bienes Patrimoniales de la UACh, ha generado una movilización entre los más de 40 productores y consumidores del tianguis.
Dichas personas han solicitado opciones alternativas como inscribir un nuevo proyecto con un investigador responsable o recibir el inmueble en comodato para mantener en funcionamiento este espacio tan significativo.
Desde su fundación en 2003 por los investigadores Manuel Ángel Gómez Cruz y Rita Schwentesius, el Mercado Orgánico Chapingo, ha sido un bastión de productos naturales.
En el tianguis ofrecen una amplia variedad que incluye hortalizas, lechugas, calabazas, ejotes, tomates, plantas medicinales, miel, café y carne vegetal, entre otros.
El cierre del tianguis supondría una pérdida considerable para la comunidad local, que ha encontrado en este mercado no sólo productos de calidad, sino también un espacio que fomenta la salud, el conocimiento y el cuidado del medio ambiente.