LONDRES, 5 mar (Reuters) – El príncipe británico Enrique y su mujer Meghan estarán juntos en un evento oficial el jueves por primera vez desde que anunciaron en enero que se alejarían de sus obligaciones reales.
La presencia del duque y la duquesa de Sussex, como se conoce oficialmente al nieto de la reina Isabel y a su mujer, en una ceremonia de premios para personal herido en servicio será una de las últimas antes de que dejen de trabajar como miembros de la familia real.
La pareja dejará de cumplir con sus deberes reales a finales de mes mientras busca forjar “un nuevo papel progresivo”, principalmente en América del Norte, que implica autofinanciarse.
Aunque Enrique seguirá siendo un príncipe, han acordado no utilizar los títulos de su Alteza Real ni tampoco la palabra “real” en su marca, a pesar de que dijeron que ni la monarquía ni el gobierno tenían jurisdicción para detenerlos si usaban esa expresión en el extranjero.
La pareja ha pasado la mayor parte del tiempo en Canadá desde el sorprendente anuncio de enero.
El último compromiso oficial de Meghan fue una visita a la Casa de Canadá en Londres, días antes del anuncio. El príncipe volvió a cumplir sus tareas reales a fines del mes pasado, cuando la anfitriona de un evento dijo que la gente debería “llamarlo Enrique”.
El jueves, la pareja asistirá a los Premios Anuales del Fondo Endeavour en Mansion House, que reconoce los logros de militares y mujeres heridos o enfermos que han participado en notables desafíos deportivos o de aventura.
Enrique, sexto en la línea de sucesión al trono, asistirá solo a un compromiso el viernes cuando inaugure un nuevo museo dedicado al automovilismo británico, donde se unirá al campeón mundial de Fórmula Uno Lewis Hamilton.
La semana próxima, Enrique, de 35 años, y Meghan, de 38, llevarán adelante la que se espera sea su última aparición oficial junto con otros miembros de la realeza, entre ellos la reina Isabel de 93 años, el padre de Enrique y heredero al trono, el príncipe Carlos, y su hermano, el príncipe Guillermo, en el Servicio anual de la Commonwealth en la Abadía de Westminster de Londres.
Los diarios británicos han reportado que la reina estaba triste por haber visto tan poco al hijo de Enrique y Meghan, Archie, su octavo bisnieto, que se quedó en Canadá.
Enrique y la reina tuvieron una reunión para discutir su futuro en su casa del Castillo de Windsor el fin de semana pasado, confirmó una fuente real. El diario Sun dijo que habían mantenido una conversación “sincera” en la que Isabel le dijo que siempre sería bienvenido de vuelta en la realeza.
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(Reporte de Michael Holden. Editado en español por Lucila Sigal)
