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Puntos sobre las ÍES

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¡En Washington D.C., la capital no sólo de Estados Unidos, sino del mundo económico y financiero, y la casa donde habita el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial; se considera que México está pasando por una situación reveladora.

Y es que, naturalmente en Washington conocen todas las dificultades internas de nuestro país. Saben acerca del costo de la llamada “Guerra contra el narcotráfico”.

Saben de nuestras fallas sistémicas en materia de justicia, investigación y seguridad. Y también saben que somos una bomba social que constantemente está a punto de estallar.

Esos mismos burócratas que nos conocen, fueron cómplices de aquel crimen contra la humanidad que significó la crisis económica generalizada del año 2008.

Y también son los mismos que durante muchos años pensaron que Brasil era como Portugal, es decir, uma terra de compadres (una tierra de compadres) que nunca tendría un estallido social.

Sin embargo, el Estado brasileño estalló y no sólo se ha producido el fin de la burbuja y de todo lo que la posicionaba como la primera economía de América Latina, sino también es una situación delicada que ha desencadenado una importante inestabilidad política como consecuencia de las múltiples reacciones del descontento social.

En ese sentido, honor a quien honor merece, porque aunque parezca mentira nuestro país en comparación con Brasil, actualmente se encuentra en mejores condiciones.

Porque uno de los factores que más está asombrando tanto al FMI como al Banco Mundial es la forma en la que México con un crecimiento económico que va a la baja –ahora con una previsión del FMI registrada en 2.4 por ciento, dato inferior al 3.5 que se había proyectado en octubre de 2015– ha logrado evitar ese estallido general que simplemente haría volar por los aires a todo el Estado.

Sin duda, esta situación se puede utilizar como la base del día a día para poder ir cerrando los pendientes y las sendas sociales, y así dejar de poner a prueba la tolerancia y la resistencia de un pueblo que lo único que ha demostrado hasta el momento es su infinita capacidad para aguantar, aguantar y aguantar.

En cualquier caso ahí están los datos económicos y ahí está la acción política. Y así como se tiene que reconocer la forma en la que se ha manejado la crisis en este gobierno, también se debe aprovechar la estabilidad existente para dejar de minar nuestro futuro a través de la impunidad, la corrupción y la injusticia social.

Antonio Navalón
@antonio_navalon