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Opinion

Panal ayuda al PRI por crisis del PVEM y quita maestros a Morena

La crisis del Partido Verde en Chiapas y el pacto de López Obrador con el minoritario magisterio disidente de la Coordinadora y los menguados liderazgos sindicales gordillistas sellaron la coalición del PRI con el Partido Nueva Alianza.
El reciente encuentro del precandidato presidencial del PRI en Ciudad Sahagún, Hidalgo, con liderazgos regionales del Panal mandó el mensaje de que la estructura sindical de maestros en el SNTE no estará con López Obrador y que sólo los maestros disidentes radicales de la Coordinadora –sobre todo la 22 de Oaxaca– estarán con Morena. El presidente del Panal, el politólogo Luis Castro Obregón, ha reposicionado estratégicamente al partido.
Detrás de un acto de campaña casi rutinario hay posiciones políticoelectorales de largo plazo. López Obrador había comprometido el apoyo del magisterio disidente minoritario con la promesa de revertir la reforma constitucional magisterial que necesitó de 67 por ciento de los votos legislativos. Es decir, que el compromiso del tabasqueño es imposible de cumplir por los requerimientos legislativos en materia de abrogación de reformas constitucionales.
Y el otro dato magisterial es de igual importancia: los liderazgos gordillistas en el SNTE –el yerno Fernando González, el nieto René Fujiwara y el humillado exlíder del SNTE Rafael Ochoa, destituido deshonrosamente por la maestra Gordillo y perdonado por necesidad– insisten en aparecer como “líderes magisteriales” aliados estratégicos de López Obrador, pero éste aceptó el poyo gordillista a condición de no aparecer con él para evitar las fotos. Con esa humillación, los gordillistas son los aliados vergonzosos de Morena.
La alianza del PRI con el Panal tiene la primera lectura en el reacomodo de la participación electoral de los maestros. El Panal sigue siendo el espacio político de defensa de la política educativa y el SNTE como organismo gremial predominante.
El dato mayor radica en el hecho de que la maestra Gordillo y sus representantes ahora con Morena no representan al magisterio de la SNTE, sino que este organismo gremial participa en el Panal y éste, a su vez, tiene alianza con el PRI.
López Obrador ha dejado una mala imagen política al aparecer asociado con las huestes de la maestra Gordillo y con los radicales violentos de la CNTE y sobre todo la 22 de Oaxaca, con el compromiso de cumplir con las exigencias de estos tres sectores disidentes.
La alianza del PRI con el Panal, a su vez, busca estabilizar la crisis en la relación del PRI con el Partido Verde en Chiapas, donde los conflictos están llegando a que cualquier resultado no vaya sino a ahondar los problemas. La diferencia electoral entre el PVEM y Panal es poca: el Verde le aportó a Peña Nieto en 2012 apenas 5.1 puntos porcentuales y el Panal tiene una media constante de casi 4 puntos porcentuales en las elecciones de 2006-2015.
Si la crisis en Chiapas implica la fractura de la alianza PRI-Verde, entonces el PRI parece estar construyendo un nuevo asociado. Promotora del Panal, la maestra Gordillo personalizó al partido y lo embarcó en sus batallas por el poder. Encarcelada en 2013, el Panal ha sido rescatado por el politólogo académico Luis Castro Obregón y la influencia política del SNTE.
En este contexto, la asociación electoral PRI-Panal implica un sector estratégico en influencia, número y mensaje político a electores que ven en Morena y López Obrador el regreso del viejo priismo corporativo.
Política para dummies: La política es la habilidad para cambiar de montura a la mitad del río, pero sin caerse ni ahogarse.

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