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Opinion

Los factores del conflicto

Muchas son las causas que originaron el conflicto que mantiene en vilo al país, y que por mucho que se pretendan ocultar las cosas, ha generado hasta ahora varios muertos entre policías y civiles en diversas partes del país. También hay que señalar que aquellos que buscaron incendiar a la alicaída patria lo único que están mostrando y demostrando es que carecen del mínimo aprecio por la vida de los demás, y que poco les importa el costo.
Lo primero que hay que señalar que el principal factor de unidad que convocó a las fuerzas políticas a establecer una agenda común, de la cual surge la llamada “Reforma Energética”, fue eso que denominaron “Pacto por México”, que no fue otra cosa que el diseño y negociación de una agenda común para transitar al país hacia mejores condiciones de desarrollo. De ahí surgieron las presuntas reformas estructurales que ahora parecen estar condenadas al fracaso.
Y no es que el país no tenga elementos para que estas reformas se transformen en proyectos exitosos, simplemente es que los propios grupos de poder sometieron al país a los intereses de las castas dirigentes y “las familias sagradas” de este México tan nuestro y tan ajeno a la vez. Lo peor es que colocaron en último lugar los intereses de más de 120 millones de hombres y mujeres que todos los días trabajan para sostener y mantener vigente al país.
De todos los factores que permitieron que por primera vez en la historia moderna nuestras fuerzas políticas se pusieran de acuerdo, el más importante ha quedado en el olvido. “El Factor de Unidad” fue México y su gente, y en su momento fue el que mayor peso tuvo para que las fuerzas políticas decidieran caminar juntos. ¿Qué es lo que ocurrió? Que a la hora de la verdad cada quien decidió jalar hacia dónde le indicaban sus intereses, como tradicionalmente ocurre entre los grupos de poder.
Cuando hablan del interés nacional, los políticos en realidad están refiriéndose al interés de ellos, de sus grupos, alianzas o coaliciones. Los mexicanos siempre hemos pretendido el establecimiento de una sociedad más igualitaria, pero quienes han decidido que no sea así son esas clases dirigentes que hoy nos tienen contra la pared y luchando unos contra otros.
Desgraciadamente también han provocado muertes innecesarias y cuantiosos daños materiales producto de la rapiña y su mendicidad. Ellos disponen de las rentas públicas de forma arbitraria y nosotros seguimos poniendo el dinero, las reyertas y las muertes. Pobre México. Al tiempo.

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