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#HerenciadelMéxicoAntiguo Los mercados y sus Pochtecas

Carlos G. Alviso López
 

Un grito que cruzaba las calles aledañas a donde se instalaba el mercado, anunciaba la apertura de la venta; esta persona encargada de pregonar con la voz le llamaban IN TIANQUIZ IN TECPOYOTL. Ahí, se podían encontrar plumajes de aves exóticas, animales vivos y muertos, relucientes y finas navajas de obsidiana, frutas, verduras, frijol, maíz, […]


Un grito que cruzaba las calles aledañas a donde se instalaba el mercado, anunciaba la apertura de la venta; esta persona encargada de pregonar con la voz le llamaban IN TIANQUIZ IN TECPOYOTL.

Ahí, se podían encontrar plumajes de aves exóticas, animales vivos y muertos, relucientes y finas navajas de obsidiana, frutas, verduras, frijol, maíz, sal, cacao, oro, textiles, artesanías de barro y muchas cosas más.

Estos espacios de vendimia tuvieron relevancia, porque con ellos se abrieron rutas de comercio y de intercambio mercantil entre las culturas que habitaron no sólo México, sino Mesoamérica y por ende, las comunicaciones con otros sitios se ampliaron gracias a la construcción de nuevos y mejores caminos.

Al pasar el tiempo, a ese intercambio de mercancías se le conoció como trueque y en la actualidad aún nos referimos con esta denominación a cualquier canje de productos (Te hago un trueque, hice un truque).

Desde tiempos prehispánicos se arraigó en nuestro país uno de los oficios más nobles y de mayor arrojo como lo es ser Pochteca (comerciante) ya que implica dedicación, controles de calidad y administración eficaces.

La importancia que tuvo la operatividad de los mercados en tiempos de la llegada de los españoles fue tal, que como parte de la estrategia de resistencia ante la invasión de Tenochtitlan, el majestuoso mercado de Tlatelolco cerró su abastecimiento para que los intrusos carecieran de alimentos.

Bernal Díaz del Castillo dejó testimonio del siglo 16 en el que da fe de los acontecimientos que se suscitaron en el mercado de Tlatelolco: … y desde que llegamos a una gran plaza que le dicen Tlatelulco, como no habíamos visto tal cosa, quedamos admirados de la multitud de gente y mercaderías que en ella había…

Tianguis del náhuatl Tianquitli, es decir mercado, tiene por tradición el domingo como día de más afluencia, no obstante, toda la semana existen mercados en la República Mexicana. Los hay itinerantes y fijos, unos con fama o reconocimiento mundial, todos y cada uno de ellos una herencia más del México Antiguo.