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Opinion

Hagámoslo por nosotros

A 68 años de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, hoy debemos reflexionar sobre el panorama que aún enfrentan millones de personas en todos los rincones del planeta. Si bien en las últimas décadas se han alcanzado resultados en la disminución de la pobreza extrema, aún hay grandes flagelos que tenemos que erradicar, como el trabajo forzado y principalmente, la hambruna que en pleno siglo XXI es una realidad.

Es inconcebible pensar que con los avances tecnológicos que se han logrado, todavía niñas y niños no tengan que comer, o que al mismo tiempo convivan la opulencia y la precariedad. En este sentido, los países nos hemos puesto de acuerdo para que la Agenda 2030 sea un parámetro para crear un mundo más justo; trabajar a favor de los derechos humanos es trabajar por nuestro futuro.

De esta manera, la política social que impulsa el Secretario Miranda se ha propuesto garantizar el pleno ejercicio de los derechos que marca la Constitución. Además, la operación de los programas se ha enfocado cada vez más en mejorar la calidad de vida de los grupos más vulnerables. No es casualidad que cuando los esfuerzos de la política pública llegan a una mujer, por ejemplo, se está impactando de manera decisiva el bienestar de toda una familia.

La ruta que tenemos por delante será más clara en la medida que, como ha marcado la ONU para este año, tomemos una posición a favor del respeto a la vida y al crecimiento de las personas. En el ámbito del desarrollo social en México, esto significa fortalecer la inclusión social y combatir todos los días la violencia y la discriminación, a través de políticas que si bien son perfectibles, se están traduciendo en alimentación, salud y educación para los que más lo necesitan.

Nuestro Dato: En la lucha contra la corrupción y para evitar malos manejos, 493 promotores del Programa “65 y más” fueron suspendidos por irregularidades.

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