Capital Estado de México

Opinion

El Pico del Pollo

Cantando bajo la lluvia

Cuando la mayoría, que no todos, andan pensando en adelantar, aunque sea un poco, las festividades por los días de muertos, se supone que autoridades municipales deberían estar más atentas a las grandes broncas generadas por lluvias “atípicas”, pero por el momento la mente está puesta en cómo solucionar el tema de la presión ejercida por comerciantes de temporada…Bueno, pues ya tienen una más que les dará jaqueca. Algunos vecinos se están organizando para, literal, dar portazo en panteones, pues no están dispuestos a dejar de visitar en estos sitios a sus seres queridos. En redes sociales mencionan una y otra vez que nada más no cuadran números y numeritos de contagios y decesos, pues entre la población se tienen cifras diferentes en mucho a las federales…Algunos incluso manifiestan el hartazgo, porque la diversidad de información les hace pensar que se puede tratar de una maniobra, como del tipo político, para desviar la atención de una realidad o temas que no le convienen al gobierno. Haiga sido como haiga sido, la realidad es que existe una amenaza de tirar todos los productos frente a los palacios municipales si no se permite la celebración por los días de muertos.

La rabadilla del Pollo

Pollos en el tejado me dicen que no es por ser intrigoso, pero una de las causas, que no la única -son varias pues-, para que Alejandro Fernández, no el de los conciertos, más bien de los desconciertos, dejara la Secretaría de Educación por la puerta de emergencia. Tiene que ver mucho con la mala, muy mala relación que sostenía con el Sindicato de Maestros del Estado de México. El maridaje (por eso de la convivencia) entre la autoridad y los docentes sufrió un descalabro muy serio cuando se anunció que no habría bono por el Día del Maestro. El tema le explotó en las manos y tuvo que entrar el “Dream Team” para sacarle las castañas del fuego…Bueno alado, pues desde ese entonces se advirtió sobre la poca empatía que tenía con el sector y la escasa disposición para atenderlos, como si se tratara de ciudadanos de segunda. Cómo estarían las cosas que mientras él se daba la buena vida comiendo cortes de primera, algunos maestros debían ver cómo se las arreglaban para salir de problemas económicos por la burocracia en la dependencia, vaya, entablar un diálogo con él es como hablar con el pizarrón…La pandemia, al homónimo del potrillo, le cayó como “anillo al dedo” con el pretexto de la sana distancia y las medidas sanitarias, terminó por alejarse más del sector, que no de los negocios. Atendió tan bien la sana distancia que puso muchos, muchos metros de distancia entre él y los docentes…Estas y otras cosas – ya hablaremos de ello- fueron base para que, al momento de la evaluación, le dieran su carta para que se contratara con otro equipo, pues en este ya no juega más. Le seguimos en la próxima. Por hoy cierro pico. Shalom. Mi correo es: alfredo.albiter@capitalmedia.mx

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