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El Pico del Pollo

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Alfredo Albíter Sánchez Protestar como negocio Hay un dicho que dice, –ya suavizado- “el que no llora, no come”. Pues bueno, este alado cree que ello encierra una verdad tan grande como la misma “estela de luz”, pero como estamos en México lindo y querido; en mi muy amado México pachanguero y matraquero por supuesto […]


Alfredo Albíter Sánchez

Protestar como negocio

Hay un dicho que dice, –ya suavizado- “el que no llora, no come”. Pues bueno, este alado cree que ello encierra una verdad tan grande como la misma “estela de luz”, pero como estamos en México lindo y querido; en mi muy amado México pachanguero y matraquero por supuesto nuestra inteligencia y pensamiento de supervivencia alcanzó para más, mucho más…Ya entendido se llevó al plano que trasciende lo normal. Se lloró para tener de comer, de vestir y de tapar. Alguien en esa bola o bolas, encontró la lectura perfecta, el camino dorado. Sumó una o dos personas que además de llorar se atrevieran a patalear y a gritar más fuerte. Con ello vio cómo autoridades se paralizaron y atendieron de inmediato, sin importar el tema o la petición. Hoy esto está convertido en uno de los mejores negocios a emprender. Poca, muy poca inversión, los riesgos también son pocos, mínimos, diríamos, pues una manifestación se puede manejar a control remoto. Primero si debes rifártela para dar el ejemplo, mostrar cómo se hace, después tiendes un cerco de seguridad para que no te molesten, luego desde el restaurante de lujo más cercano operas…Te puedes contratar casi con todos, con los malos y buenos, con aquellos cuya mentalidad da para recrear en calles y carreteras la “teoría del conflicto”. Lo creas, lo llevas hasta la cresta, lo reduces y lo desapareces, toda una obra maestra. Las ganancias son limpias, en efectivo, sin recibo y sin procedencia. La discreción es otra de las particularidades en estos negocios. Lo puedes hacer por evento, por horas, por sitio y ahora hasta por niveles de agresividad. Por desgracia la agresión a periodistas se ha convertido en un “plus”, pues es una forma de distraer la atención del tema central.

La rabadilla del Pollo

Pollos en el tejado me dicen que se le vio muy contento, radiante y bien acompañado en la F1…Nada de malo tiene, pues él no protestó contra el evento ni se rasgó las vestiduras…Fue con su lana, pagó de su dinero y además hasta tuvo el cuidado de no subir fotos a las redes, vaya fue más que discreto. Por ese detalle aguantamos su nombre. Bueno sólo por hoy…Shalom…Mi correo es: alfredo.albiter@capitalmedia.mx