Capital Estado de México

Opinion

Dos caras de la misma moneda

Como lo platicaba hace dos semanas, México transita un periodo de generación de empleo histórico, cimentado en la confianza de los factores de la producción para dialogar e impulsar las plazas que el país necesita. Sin dejar de lado el importante esfuerzo para generar nuevas oportunidades de trabajo, sobre todo para los jóvenes, esta historia cuenta también cómo México detuvo la inercia negativa de la informalidad.

Si bien estamos hablando de un problema estructural, característico de América Latina, poco a poco las políticas públicas del Gobierno de la República han propiciado resultados interesantes, no solo para absorber a más personas en el mercado, sino para que aquellos que no contaban con las prestaciones laborales marcadas por la ley, pudieran ahora gozar de la estabilidad de la formalidad.

Así, los dos millones de empleos en la administración de Enrique Peña Nieto van ligados con la reducción de casi tres puntos porcentuales en la informalidad, pero también tienen que ver con las políticas estatales que despertaron un nuevo interés por crear valor en México. No es casualidad entonces que, bajo el liderazgo de Eruviel Ávila, en el Estado de México la tasa de informalidad cayó más de dos puntos en un año, mientras nos mantenemos como líderes en atracción de inversiones, así como justicia y paz laboral.

Si queremos aprovechar la oportunidad que significa contar con una población joven durante los próximos quince años, tenemos que priorizar la coordinación de políticas para reducir la informalidad sostenidamente. Incorporar a mano de obra preparada, conocedora de sus derechos, junto con la gradual transición de los que se encuentran en la informalidad, será la clave para el desempeño económico del país en las próximas décadas.

Nuestro Dato: El empleo formal creció 3.8% en junio a tasa anual, con lo que van 18 meses consecutivos en la entidad con una tasa superior al 3.3%.

@jgarciabejos

Salir de la versión móvil