Capital Estado de México

Opinion

Con singular alegría

No puedo engañarme.

Cuando me encuentro en todos los canales televisivos, con unos agitadores sudamericanos que tristemente fueron invitados a nuestro país, para estudiar, indagar, investigar y discurrir qué había pasado con 43 pobres muchachos de la tragedia de Ayotzinapa… los veo, oigo, y no entiendo cómo se atreven a decir tantas barbaridades en contra del sistema judicial de México. ¿Nos merecemos que nos traten así? ¿Por qué perdemos la conciencia de todo? Entonces me pregunto: ¿a quién se le habrá ocurrido la triste idea de invitarlos? Abrirles nuestros expedientes secretos y lo que poseemos –como árbitros y jueces– de este pavoroso escándalo mexicano que le ha dado la vuelta al mundo, y no solo de darles cabida, sino tratarlos como si fueran los ‘Dioses del Olimpo’. ¿Se supuso que venían a querernos ayudar a solucionar todititos nuestros problemas, además de pagarles 2 millones de dólares? Vamos, creer en ellos al ciento por uno. ¿Por qué no nos contratamos a unos verdaderos especialistas científicos en temas forenses, y sí a unos sociólogos que quieren incidir toda la gente joven de esta nación mexicana? Ahora resulta que cuando se les pidió que se fueran, –porque se les alargó una vez su contrato– ellos se molestaron.

Ya no les pagaron otro millón de dólares más. Estos sociólogos hicieron muchas entrevistas, pero no pudieron decírnoslas. Así hablaron con los Abarca, y nos dijeron que lo recabado era para sus expedientes personales.

Que todo lo que indagaron está en un libro largo y triste que solo les dieron a los padres de los desaparecidos…

Qué triste hacerles creer que todavía sus hijos puedan aparecer. Eso sí es un delito. De conciencia y de miseria humana.

Nos tuvieron a la expectativa de lo que tristemente no pudieron indagar.

Se encargaron en señalar que todo lo que se hizo jurídicamente, está del ajo. Abrieron otra herida, ahora mortal.

Lo importante en este momento es que la mujer más poderosa de la tierra, la canciller Angela Merkel, en recién reunión con nuestro Presidente Enrique Peña, subrayó que se mantendrá la cooperación en materia de Derechos Humanos e indicó que Alemania podría ayudar en la investigación en torno a los 43 estudiantes de Ayotzinapa, ‘porque fue un evento realmente difícil’.

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