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Opinion

Alianza de partidos, ¿para qué?

Por: Eduardo Ruíz-Healy
El gobierno alemán que preside la canciller Angela Merkel es resultado de una coalición de tres partidos: la Unión Demócrata Cristiana (CDU) que ella dirige; la Unión Social Cristiana de Baviera (CSU), un partido local que es el hermano menor de la CDU; y el Partido Socialdemócrata de Alemania (SPD).
La coalición se integró en diciembre de 2013 porque en las elecciones federales de septiembre de ese año la CDU y su aliada CSU ganaron sólo 311 escaños del Bundestag o Cámara baja del Parlamento, cinco menos de los 316 que necesitaban para tener la mayoría parlamentaria.
La coalición con el SPD, que obtuvo 193 diputaciones, le dio a Merkel y sus aliados 504 de los 631 escaños que integran el Bundestag.
Los tres partidos se repartieron los 15 ministerios que conforman el gobierno alemán: seis, además de la Cancillería, fueron para la CDU; seis, incluida la Vicecancillería, para el SPD; y tres para la CSU.
En sistemas como el alemán y otros, los gobiernos de coalición funcionan porque los partidos comparten el poder y juntos toman las decisiones más importantes; a cada partido le toca un porcentaje del poder de acuerdo con los votos que obtuvo en la elección más reciente y la manera en que su dirigente negocie su cuota de poder.
En México las leyes no contemplan la coalición y los cargos de elección los ganan quienes obtienen una mayoría simple –no absoluta– de votos. Por eso, hasta ahora, las alianzas partidistas en elecciones federales, estatales y municipales se han establecido con el único propósito de sumar votos y ganar cargos. Los triunfadores casi nunca han repartido el poder entre los militantes de los partidos que conjuntamente los postularon como candidatos y al ejercer sus cargos usualmente se han rodeado de miembros de sus propios partidos y no de los de sus aliados.
Si Ricardo Anaya, Alejandra Barrales y Dante Delgado, presidentes del PAN, PRD y MC, respectivamente, están tan interesados en conformar un frente electoral para 2018, que también nos expliquen cómo sus partidos se repartirían el poder en caso de ganar las elecciones.
Por ejemplo, si ganara su candidato presidencial aliancista en 2018, como se repartirían las secretarías de Estado entre los partidos aliados. ¿A cuál Gobernación? ¿Y Hacienda? ¿Y Relaciones Exteriores? ¿Y cada una de las demás? ¿Y los organismos que dependen de cada secretaría?
Si los líderes partidistas quieren convencerme a mí de que en serio buscan mejorar al país y no sólo sumar votos, que me digan cómo se conformaría un gobierno de coalición en el caso de que ganaran la próxima elección presidencial. Si no pueden o quieren explicarme, me quedará claro que no buscan cambiar al país, que solamente desean ganarle al PRI o Morena para que todo siga igual.
ruizhealy@capitalmedia.mx
@ruizhealy
Eduardo J Ruiz-Healy

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