De acuerdo con la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo del Inegi (primer trimestre de 2017), en el país hay 2 millones 48 mil trabajadoras y trabajadores del hogar, de las cuales el 76.5 por ciento recibe hasta dos salarios mínimos y el 90 por ciento son mujeres y  el 99 por ciento no cuenta con un contrato escrito.
En conferencia de prensa, el Sindicato de Trabajadoras y Trabajadores del Hogar, la organización Hogar Justo Hogar y el Instituto de Liderazgo Simone de Beauvoir, convocaron a empleadores y trabajadoras a firmar contratos de trabajo con el fin de formalizar sus relaciones laborales, tener certeza jurídica y combatir actos de discriminación.
En el marco del día internacional del Trabajo Doméstico, 18 empleadores y trabajadoras firmaron los contratos, con lo que se di inicio al registro con los primeros CT, con lo que se busca que las empleadas del hogar tengan una remuneración a través de los salarios justos y los empleadores reconozcan los derechos y obligaciones laborales.
Sobre situaciones de violencia y discriminación que sufren las personas que se dedican al trabajo doméstico en México, Maite Azueta de la organización Hogar Justo Hogar, dijo que cuando las trabajadoras viven dentro de un hogar ejerciendo sus funciones, tienen derecho a denunciar el acoso sexual por parte del patrón u otro integrante de la familia contratista.

Sindicato de Trabajadoras del Hogar lanza campaña para firmar 10 mil contratos de trabajo. pic.twitter.com/bgasd6ZEEX

— Capital EdoMex (@CapitalEdomex) 23 de julio de 2017

“Esta prohibido cualquier tipo de discriminación por razones de género, religión, nacionalidad, etnia, por ser trabajadoras del hogar o si tienen algún tipo de discapacidad u orientación sexual”, reconoció.
A pregunta expresa sobre de qué manera los servicios de outsourcing y de contratación vía internet pueden mejorar o afectar las condiciones de trabajo de estas personas, Marcelina Bautista señaló que el outsorcing coloca en desventaja a las trabajadoras del hogar, que no garantizar los derechos a un horario, a una antigüedad, no tienen derecho a vacaciones y  aguinaldo.
“La compañera gloria no pudo recibir  su indemnización por 22 años de  trabajo, porque su empleo lo consiguió en una agencia, por lo que no hubo una relación laboral directa con los patrones si no con la agencia, la cual desiste de cualquier Contrato Colectivo de Trabajo, por lo que esas son las desventajas que existen cuando son colocadas por medio intermediarios”, subrayó.
Marcelina Bautista, Secretaria General colegiada del Sindicato, destacó que tras seis años de esperar a que el Gobierno federal ratifique el Convenio 189 de la Organización Internacional del Trabajo, que reconoce y dignifica el trabajo en el hogar, el Sindicato decidió impulsar la firma de estos contratos.
Ante esa situación,  anunció una campaña, bajo el lema “Trabajo digno por ti, por mi y por todas mis compañeras”, para firmar 10 mil contratos de trabajo entre empleadores y trabajadoras a partir de hoy y hasta el 20 de diciembre, fecha límite de entrega del aguinaldo.
La dirigente sindical exhortó al Senado de la República a llevar a cabo las adecuaciones a la Ley Federal del Trabajo lo más pronto posible, con el objeto de que el trabajador y trabajadora tengan un salario digno, contrato de trabajo por escrito, jornada laboral justa, extraordinaria u horas extras, seguro social, jubilación, vacaciones, aguinaldo, entre otras prestaciones.
El contrato formaliza la relación laboral al establecer respeto mutuo a los derechos humanos; ambiente de dignidad, sin acoso, violencia física, moral o sexual; respeto al derecho a la intimidad y privacidad de ambas partes; relación profesional de trabajo y certeza.
Marcelina Bautista informó que el contrato puede encontrarse en la página web del sindicato, www.sinactraho.org.mx, o bien acudir al Sindicato en Río Neva #16, esq. Lerma, Colonia y Delegación Cuauhtémoc, tel: 91319097.
Martha Lamas, investigadora de la UNAM, reconoció el trabajo político que ha hecho el Sindicato para que las trabajadoras tengan derechos, ya que ha ido en contra de lo que ha sido normal en la sociedad. No es una lucha fácil, dijo, pero es una lucha que cada vez va ganando más terreno y más conciencia.
Maite Azuela, de la organización Hogar Justo Hogar, advirtió que el contrato no es un acto de bondad, aunque muchas veces los empleadores lo pueden ver así, y en cambio es un acto de justicia. Destacó que el contrato toma en cuenta las inquietudes de las empleadoras, y establece derechos y obligaciones para ambas partes.
En su intervención,  Christian Mendoza, del Instituto de Liderazgo Simone de Beauvoir, insistió en que no ha habido voluntad política de las autoridades para ratificar el convenio 189 de la Organización Internacional del Trabajo, por lo que el contrato de trabajo puede ayudar a avanzar en que se dé una relación justa en el hogar.