El 2016 se convirtió en el año más violento de la administración de Enrique Peña Nieto, al registrase 23 mil 953 homicidios, tres mil más de los contabilizados en 2015, informó el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
El Estado de México encabeza la lista de las entidades más siniestradas, ahí ocurrieron dos mil 749 homicidios, desde el 2012 ocupa el primer sitio, es seguida de cerca por Guerrero con dos mil 542, Chihuahua con mil 757, Michoacán con mil 339 y Jalisco con mil 294.
En promedio por cada 100 mil habitantes 20 perecieron por este delito, un año antes la tasa fue de 17.
Sin embargo hay estados donde la tasa es cuatro veces mayor al promedio nacional, en Colima alcanzó una media de 82, le secunda Guerrero con 71 y Chihuahua con 47.
De acuerdo con el INEGI, la causa de muerte en más del 60 por ciento de los casos fue agresión con disparo de arma de fuego, esto en 15 mil 64 ocasiones, como segunda figuró herida por objeto cortante con tres mil 336, el ataque por “medios no especificados” fue tercera con dos mil 565, y finalmente por ahorcamiento, estrangulamiento y sofocación perecieron mil 586 mexicanos.
Las cifras dadas a conocer anualmente por el Inegi derivan de la información sobre las estadísticas vitales captadas de los registros administrativos de defunciones accidentales y violentas que generan las entidades federativas.
Contiene registros de mil 916 Oficialías del Registro Civil, 416 Agencias del Ministerio Público y de 117Servicios Médicos Forenses.