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Zumpango alza la mano con sus adornos y esferas

El talento y la creatividad para la elaboración de esferas navideñas de la familia Gamboa es conocido ampliamente entre los habitantes de Zumpango y demarcaciones vecinas, quienes año con año asisten a este municipio que se ha convertido ya en referente en la elaboración de esferas y adornos navideños artesanales.
En el Estado de México, los municipios de El Oro y Zumpango los principales productores artesanales de esferas navideñas, quienes compiten directamente a nivel nacional con las localidades de Chignahuapan, en Puebla, y Tlalpujahua, en Michoacán.
Entre las leyendas más populares de Europa, se atribuye el origen del árbol de navidad a San Bonifacio (675-754), quien fuera obispo y quien lo vio como símbolo perenne del amor de Dios, y lo adornó con velas que representaban la luz de Cristo que viene a iluminar el mundo y manzanas, que simbolizaban las tentaciones.
Por su parte los franceses refieren que en 1858 la naturaleza fue escasa, lo que dejó a los árboles sin frutos, por lo que un soplador de vidrio de Goetzenbruck elaboró algunas bolas de vidrio, que dieron pie a lo que hoy conocemos como esferas de navidad.
Haciendo referencia a lo anterior, en la actualidad el árbol puede ser natural o de plástico, las velas se sustituyeron con series de luces y las manzanas, con las esferas.
Hace poco más de cuatro décadas, Zumpango su sumó a esta actividad artesanal, a través de Abraham Gamboa, quien inició un negocio, que a la postre se convirtió en una fructífera empresa artesanal que elabora en promedio mil 500 esferas diarias.
Junto con su familia don Abraham creó “La Casa de la Esfera”, cuyo principal atributo es el talento y la creatividad de quienes conforman esta empresa familiar, en la que participan hijos, nietos, y otros, quienes ofertan un catálogo de más de 200 modelos.
“Tenemos 200 modelos pero podemos hacer el diseño que nos pidan”, explicó don Abraham, quien señala que la característica principal de sus productos es que son en vidrio soplado, con  técnicas tradicionales.
Normalmente venden sus esferas a minoristas que las distribuyen en el país; han dejado de lado las cadenas comerciales pues su esquema de negocios no les favorece.
“Los mayoristas quieren cantidades grandes, si las surtimos, pero ellos las quieren a consignación y no tenemos dinero para darles un crédito a centros comerciales, que nos piden 20 millones de esferas”, explicó don Abraham Gamboa.

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