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Trabaja Edoméx en atender y evitar la violencia obstétrica

 

Comentó que las nuevas generaciones del sector salud deben desempeñarse con profesionalismo y ética, al tiempo de reconocer la violencia obstétrica para denunciarla


La Secretaría de las Mujeres (Semujeres) impartió el Taller de Sensibilización sobre violencia obstétrica y perspectiva de género, dirigido a estudiantes de la Facultad de Medicina de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEM), con la finalidad de refrendar el compromiso del gobernador Alfredo del Mazo Maza, de prevenir y eliminar la violencia de género.

Durante este taller, la directora General de Perspectiva de Género, Diana Velázquez Sánchez, recordó que, para la titular de la Semujeres, Martha Hilda González Calderón, es prioridad acercar los servicios de prevención y atención a las violencias que brinda esta dependencia, como la Línea Sin Violencia 800-108-4053, Línea Contra la Trata 800-832-4745 y Línea Hombre a Hombre 800-900-4321, las cuales operan las 24 horas, los 365 días del año.

La ponente Mónica Alexandra Barrera López, capacitadora de la Subdirección de Profesionalización de la SeMujeres, resaltó que la violencia obstétrica se puede ejercer por parte del personal médico, paramédico, enfermería y administrativo de las instituciones de salud públicas o privadas, cuando se daña o denigra a la mujer durante el embarazo, parto puerperio, post parto o en emergencias obstétricas, vulnerando sus derechos con tratos crueles, inhumanos o degradantes.

En este contexto, precisó que 33.4 por ciento de las mujeres de entre 15 y 49 años que dieron a luz entre 2011 y 2016, reportaron incidentes de maltrato en la atención, por ello la necesidad de que los profesionales de la salud se capaciten y sensibilicen en perspectiva de género.

Asimismo, explicó que, a nivel federal, de enero de 2010 a enero de 2020 las instituciones de salud federal reportaron 7 mil 431 quejas administrativas por este tipo de violencia y enfatizó que es fundamental identificar la violencia, ya que uno de los principales problemas de este fenómeno es que se encuentra naturalizada y legitimada desde los discursos científicos, filosóficos, políticos y religiosos.

Comentó que las nuevas generaciones del sector salud deben desempeñarse con profesionalismo y ética, al tiempo de reconocer la violencia obstétrica para denunciarla y no permitir que se repita, ya que es un problema poco visible y desatendido.