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Miedo invade a víctimas del robo con violencia

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A pesar de los operativos para inhibir conductas delictivas en esta época navideña, la mayoría de la población siente inseguridad y hasta psicosis


Miedo de pensar que tu vida corre peligro en manos de delincuentes que pretenden ganarse la vida de una manera fácil, incertidumbre al no saber cómo actuarán aquellos desconocidos que en pose agresiva y portando arma en mano amedrentan a todos los pasajeros.
La tarde de este martes pintaba para ser un día normal, acudir en busca de la noticia como el día a día, cubriendo uno de los municipios de la fuente, San Mateo Atenco.
Tal parecía que todo iba marchando bien y con planes ya estructurados en la mente, tomé el primer camión que iba rumbo a Ciudad Universitaria para cumplir con una entrevista acordada.
Tras abordar el camión perteneciente a la empresa RTP con ruta San Mateo Atenco-CU, todo marchaba normal, hasta que cerca de las 12:30 horas, a la altura de Crisa, tres jóvenes subieron a la unidad para segundos más tarde pararse de manera simultánea y colocados estratégicamente (uno por delante, uno en medio y uno hasta atrás de la unidad) amedrentaran a los pasajeros echando tres disparos en el techo del autobús.
En el momento, es prácticamente imposible visualizar a los sujetos, quienes con palabras altisonantes te piden que dejes en los asientos tus pertenencias, levantes las manos y agaches la cabeza, todo ello para impedir que puedas mirarlos fijamente.
Los tres delincuentes que vestían pantalón de mezclilla y sudaderas, teniendo únicamente como accesorios una gorra y su mochila fueron pasando a cada uno de los asientos para buscar en bolsas y mochilas de los pasajeros, en el instante, como víctima sientes un calor intenso por el cuerpo, miedo, nerviosismo, pero pese a ello te mantienes en silencio para no enfadar a los sujetos.
Tras bajar del autobús, los tres hombres se fueron presurosamente por una calle cercana al llamado “piojo” ubicado en Pilares, mientras que los pasajeros, en su mayoría mujeres y niños, con crisis nerviosa y llorando por susto, pero también con impotencia y coraje por perder, tan sólo en unos segundos, dinero, teléfonos, laptops y demás pertenencias personales que tanto trabajo les costo obtener.
Algunas personas e instituciones indican que el aumento de la delincuencia se debe a la falta de oportunidades que tienen para encontrar un empleo digno y bien remunerado, quizá pudiera ser tan sólo un factor; pero no es necesidad lo que los lleva a conducirse con actitud violenta, sin medir consecuencias, sin respetar edad, género ni posición económica de las víctimas.
 
“Prefiero que me disparen…”
Angustia y temor son los estragos que dejó en Guadalupe “N”, ser víctima de asalto en el transporte público, ya que a partir de esta experiencia, sufre de ataques de ansiedad, además de que siente temor de salir a la calle.
Era la mañana de un viernes, cuando Guadalupe salió de su domicilio, ubicado en la zona oriente de Tultitlán, para dirigirse en transporte público, a su trabajo, al cual recién había ingresado, en una zona comercial, en los límites de Tultitlán y Cuautitlán Izcalli.
Enfundada en su uniforme tipo sastre, Guadalupe caminó unas cuadras, esperó en una esquina y junto con otra mujer abordaron el transporte colectivo, que la llevaría a su destino.
Previo a subir al transporte, la joven observó a dos jóvenes, que caminaron junto a ella, quienes pasaron de lado, momento después abordó la unidad tipo combi y una cuadra adelante los dos jóvenes subieron a la misma unidad y más adelante abordó un tercero, pero hasta este momento, todo parecía normal.
“Vi a los dos primero y sí me causaron cierta sospecha, pero mi madre, me ha dicho que no discrimine a las personas por su apariencia y no le presté atención”, expresó.
Después de unos minutos, los tres jóvenes sacaron pistolas, uno de ellos encañonó al chofer y otro a ella y a los demás pasajeros; con insultos y amenazas les dijeron que se trataba de un asalto, por lo que les pidieron que entregaran dinero y teléfonos celulares.
Guadalupe describió que desde el inicio del atraco, a la única persona que encañonaron fue a ella. “No sé por qué, pero el chamaco se ensañó conmigo, me puso la pistola, me dijo que era una puta, que le diera todo lo que traía, que le diera el celular y las tarjetas de crédito”, detalló Guadalupe.
Les dijo que no traía consigo otra pertenencia, lo que molestó al asaltante, quien amenazó con  violarla.
“Me puso la pistola en la cabeza, cuando le dije que no traía más cosas, me quiso golpear la cabeza con la pistola y le aventé la mano y eso lo molestó más y fue cuando empezó a desabrochar la blusa y empezó a manosearme”, describió la víctima, quien dijo que sentió coraje, impotencia y vergüenza, ya que a pesar de que en la unidad viajaban tres hombres como pasajeros, ninguno hizo nada por defenderla.
Después de varios minutos, se dirigieron hacia un paraje, donde el asaltante le dijo que se quitara la ropa, ya que la violaría a lo que Guadalupe, mirándolo a los ojos, le dijo que prefería que le disparara.
 
Pasajeros viajan inseguros en rutas del Estado de México
 
En lo que va del 2017, se registró un aumento de 90 por ciento en el robo y asalto en la calle, así como en el transporte público en el Estado de México, según las cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP).
“Ya ni sé si la mañana es más insegura que la noche, pero a todas horas del día te tienes que cuidar y más de los que andan en motonetas o motocicletas, porque en un abrir y cerrar de ojos te encañonan, te bajan todo tu dinero y el del pasajero y cuando buscas una patrulla cerca es cuando menos la encuentras”, narró Héctor “N”, taxista de la zona de Cuautitlán Izcalli.
Más de 12 mil habitantes del Estado de México sufrieron un robo en el transporte público o camino a sus hogares, áreas de trabajo o escuela en este año, según registros del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública.
Mismos datos señalan que en enero, se cometieron mil 239 robos a transeúntes con violencia, mientras que en febrero la cifra aumentó a mil 410.
Los meses de marzo y abril registraron una ligera baja, pasando de mil 345 a mil 203 asaltos, pero en mayo la cifra aumentó a mil 521 y siguió creciendo hasta pasar a 2 mil 196 asaltos en octubre.
Por su parte, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en su Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública 2017 (EN – VIPE), dio a conocer que durante el 2016 en el Estado de México se registraron 3 millones 142 mil 496 asaltos en la calle – transporte público, siendo ese delito el de mayor frecuencia en la localidad, seguido de la extorsión con un millón 568 mil 223 casos y el fraude con 986 mil 129 casos.
 
Ciudadanos sin apoyo policiaco
Los asaltos al transporte en el Valle de Toluca se siguen incrementando en diversos puntos donde operan bandas conformadas por dos y tres sujetos, que en varios de los casos detonan al interior de las unidades las armas de fuego, para amedrentar a sus víctimas entre ellos, a menores que van a la escuela.
De acuerdo a la versión de los transportistas, los puntos donde se presentan con mayor frecuencia los asaltos son: San Mateo Atenco, San Francisco Tlalcilalcalpan, San Cristal Huichochitlán, Las Trojes, Tablajeros, López Portillo, Torres y Pino Suárez, Tecaxic, Calixtlahuaca, Clouthier, Crisa, Pilares, Boulevar Aeropuerto en el cruce con Tollocan, Toluca-Palmillas, Comonfort y centro de la ciudad de Toluca.
Los transportistas refieren que los asaltos ese cometen entre las 06:00 y las 09:00 horas, que es cuando trabajadores, estudiantes y amas de casa se trasladan a realizar sus actividades y tienen que abordar el transporte “rogándole a Dios”, que no los roben.
Usuarios de las distintas empresas que circulan por Paseo Tollocan, con dirección a Toluca, señalan que los delincuentes abordan las unidades en Lerma y en el trayecto hacia plaza Sendero, los asaltan para luego huir con rumbo desconocido, de igual forma lo hacen en el tramo de plaza Sendero a Pilares, sitio donde la vigilancia policiaca es escasa tanto de día como por la tarde noche.
Víctimas de robos señalan que, no denuncian debido a que en el Ministerio Público se tardan mucho en atenderlos, y en el caso de acudir a las Agencias Exprés, los pretextos no faltan para iniciar las denuncias, pues los encargados dicen “no hay papelería, tonner o el sistema de internet no funciona”, estas actitudes desaniman a los agraviados que optan por no quejarse.