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La quema de pastizales impacta los ecosistemas

Los incendios forestales, ya sean ocasionados por causas naturales o de manera intencional, impactan tanto el ambiente, como a las familias que viven de los bosques, así lo señaló Gloria de los Ángeles Zita Padilla, quien es investigadora y académica de la Facultad de estudios Superiores Cuautitlán, de la UNAM.
Ante el aumento de la temperatura, los incendios forestales son recurrentes y las repercusiones, se generan en el aire, pero también tiene impactos en el suelo y en el agua, así como en el bolsillo de miles de familias que viven de los bosques, ya sea de la producción maderera, artesanal o del turismo de aventura.
Zita Padilla expresó que de entrada los bosques de México han sido, al paso de los años, seriamente dañados, a lo que se suman los incendios naturales y artificiales, además de que no hay registros formales de la deforestación que se ha realizado, ya que los estudios llevados a cabo, emplearon metodologías diferentes.
El impacto directo de los incendios forestales, tiene que ver como la generación  de oxígeno que generan los árboles, además de que limpian el aire que se respira, por lo que son esenciales para la vida.
Desde el punto de vista social, hay un número importante de personas que se dedican a cuestiones artesanales, elaboradas con productos de los bosques, además de que existe una importante industria maderera, así como una gran cantidad de productos que se aprovechan del bosque.
Explicó que al presentarse una conflagración, no sólo se afecta a los árboles y al aire, ya que también se registran daños en el suelo, como el musgo y el heno.
“Es necesario que todos pongan de su parte, para evitar que cada día existan menos accidentes, que como lo reiteró la especialista tienen impacto en el ambiente, en las comunidades que aprovechan los bosques, así como de algunos sectores empresariales”, puntualizó la academica de la UNAM.
Sobre los incendios provocados en zonas boscosas, con la intención de cambiar el uso de suelo, para convertir los predios en parcelas de cultivo, dijo que es una actividad que ha tendido a minimizarse, ya que la ley, no permite que las zonas afectadas puedan utilizarse de inmediato.
Es muy fácil, indicó culpar y señalar a quienes viven en el entorno de los bosques o de su aprovechamiento, que no tienen conciencia ecológica, y se les pide a las comunidades que respeten leyes, de las cuales ellos no participaron en su elaboración.
Aunque el desconocimiento de las leyes, no los exime de su cumplimiento, es necesario educar a las personas, que viven de los bosques sobre estas leyes, para lograr una conciencia ecología, pero antes se tiene que abatir la inequidad y la pobreza del país.
Algunas de las leyes en materia ambiental, se realizan desde una oficina o en un restaurante, desde donde se critica al pescador durante las épocas de veda, al campesino o al artesano que elabora sus productos a partir de la madera, pero se desconoce cuál es su situación o su contexto.
No se tiene que perder de vista el respetar el medio ambiente, señaló, ya que eso permite a los seres humanos tener una mejor calidad de vida, pero sin dejar de lado la parte social, por lo que se tiene que combatir, la pobreza, la inequidad y la corrupción.
Manifestó que la educación ambiental se debe fortalecer desde los niveles básicos, lo cual puede ser fortalecido, a través de los especialistas que existen en las universidades.

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