En un mes se pueden registrar entre 4 a 10 casos de sacerdotes falsos, sin embargo, pueden haber más, porque no todas las personas los llegan a reportar, informó el padre José de Jesús Aguilar Valdés, canónigo de Catedral en la Arquidiócesis de México.
En información proporcionada para CAPITAL EDOMEX, el párroco dio a conocer que los sacerdotes falsos pueden ser personas amables con tarjetas de presentación, que ofrecen misa a domicilio o en lugares privados poco convencionales por montos que oscilan entre los 20 a 50 mil pesos.
Reconoció que este tipo de personas cometen un delito, el cual es la usurpación de una profesión, ya que al igual que los médicos, abogados y otras profesiones, para ser sacerdote se requiere tener una licencia, en la cual viene el nombre, la parroquia a la que se pertenece, así como la duración del nombramiento.
De acuerdo al padre Aguilar, para ser parecer sacerdote las personas compran una sotana, un ornamento, un misal, un cáliz y ostias, las cuales, en su conjunto pueden llegar a tener un costo total de 10 mil pesos.
Asimismo, aclaró que la iglesia católica tiene permitido hacer bodas en la playa o jardines, siempre y cuando los lugares se utilicen para misas del pueblo, lo que no se permite es que sean lugares exclusivos, para pequeños grupos.
Los sacerdotes falsos deben ser denunciados en la Dirección de Asuntos Religiosos, dependencia de la Secretaría de Gobernación.
Actualmente, la iglesia católica tiene identificados dos tipos de sacerdotes falsos; los que son un fraude y los seminaristas que fueron expulsados por el clero católico, los cuales brindan servicios en agencias funerarias, panteones y hospitales.