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Donación de órganos no es prioridad para las ONG

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Miles de personas enfermas sin más posibilidad para sanar que un trasplante, sólo esperan una oportunidad que les cambie la vida


La donación de órganos no es un tema prioritario dentro de las organizaciones no gubernamentales radicadas en el Estado de México, que si bien un número importante tiene como objetivo la promoción de la salud, ninguna de ellas tiene como meta principal concientizar a la población sobre dicho tema.
Después de realizar una búsqueda, a través de diversos medios y revisar el directorio de instituciones de asistencia privada, de la Junta de Asistencia Privada del Estado de México, no se encontró ninguna fundación u organización que tenga como fin promover la donación de órganos en la entidad.
Los organismos no gubernamentales del estado que tienen que ver con temas de salud, de alguna o de otra forma se han involucrado en la donación de órganos, como la Asociación Extiende Tus Manos, para niños con Cáncer, que se encuentra ubicada en Toluca.
Nancy Contreras Moreno, miembro de la Asociación Extiende Tus Manos, señala que su organización no realiza campañas que tengan que ver con la donación, pero sí se han atendido casos, que tiene que ver con el trasplante de órganos de algunos pequeños que lo han requerido.
Asimismo, indicó que todos los casos que han atendido tienen que ver con trasplante de médula, en la que son familiares de los mismos niños, quienes son los donadores, debido a la compatibilidad que presentan, que en la mayoría de los casos son los padres o hermanos de los pacientes.
“Esto ha permitido que haya sido en tiempo y forma y que no permanezcan en una lista de espera”, señaló Contreras Moreno, quien explicó que es en el Hospital del Niño, donde hacen los procedimientos.
Indicó que por la información que tienen, las listas de espera para recibir la donación de un órgano es larga, por lo que en estos casos, la mejor opción es el trasplante a través de un familiar de los pacientes.
“Nuestra experiencia ha sido afortunada, hemos visto que han sido compatibles todos los casos, con algún padre o con un hermano, quienes no han tenido que ir a una lista de espera”, manifestó; dijo que laaAsociación ha atendido cinco casos en los últimos cuatro años.
Explicó que los padres de familia, con el fin de que sus hijos recuperen la salud o tengan una mejor calidad de vida, acceden a un procedimiento de trasplante, sin ninguna complicación.
Contreras Moreno refiere que no hay la suficiente información sobre la donación de órganos en la entidad y a nivel general.
“Es un tema que debe tratarse con ccuidado”, indicó; y señaló que además de la falta de información de los procedimientos para un trasplante, las personas no están preparadas para recibir la noticia.
 
Hay temor por donar tras morir
El temor a ser destazado, que los órganos anden por ahí en otros cuerpos y la negativa de familiares cuando el donante se comprometió a darlos son, entre otros factores, los que inhiben el aumento en el trasplante de órganos cadavéricos, aunque hay 13 mil 837 personas que esperan un riñón, 7 mil 320 una córnea, 363 un hígado, 48 un corazón y 3 un páncreas.
“No queremos hacerlo…no sé en qué estaba pensando mi papá cuando sacó su tarjeta de donante”, recalcó molesta Marcela Hinojosa al relatar a CAPITALMEDIA que vive con el remordimiento de haber negado el último deseo de su padre: donar aquellos órganos que aún sirvieran para salvar otras vidas.
Comprobada la ausencia total e irreversible de todas las funciones cerebrales, el médico precisó que su padre tenía muerte cerebral y era donante, así que sólo se tienen entre seis y 24 horas para ver qué órganos pueden trasplantar, dijo a Marcela, quien no cumplió con el último deseo de Marco Aurelio, su padre de 75 años, quien falleció por insuficiencia renal pero de quien podían obtener algunos órganos.
 
Un proceso desgastante, pero satisfactorio
Con más emoción que tristeza, Alejandro Crisanto Cortés, quien fue donante de riñón hace más de cinco años, asegura que a pesar de lo dificil y pesado que es el proceso de preparación del trasplante, la satisfacción de hacerlo y dar vida a otra persona es inigualable.
Siendo la receptora de su riñón, su hija, Alejandro admitió que no fue una decisión fácil por el grado de riesgo que corrían ambos en la cirugía; sin embargo, las palabras de ella hicieron que él se mantuviera firme en su disposición de tomar la única alternativa para alargarle la vida.
“Ella un día me dijo… Papá yo no quiero ser profesionista, no quiero tener riquezas y lujos, yo quiero vivir”, relató.
Al compartir con CAPITALMEDIA su historia, relató que al comenzar con una simple gripe, a su hija de 17 años de edad le diagnosticaron el padecimiento conocido como “riñones infantiles”, lo que la llevó a ser dializada y agravarse la enfermedad, dejándola con pérdida notoria de peso, cambio en la coloración de la piel y con el cabello frágil, tuvieron que ver la posibilidad de un trasplante renal.
Tras afirmarle que él era el candidato idóneo para donar un riñón a su hija, Alejandro asegura que el proceso de preparación es demasiado desgastante, puesto que ambos deben someterse a duros procedimientos médicos para que el trasplante sea un éxito; por su parte, él durante un año debió llevar una vida saludable, sin vicios, ejercitarse o ingerir algunos medicamentos, así como realizarse chequeos pesados y constantes cada 20 días, a fin de llevar un control periódico sobre su salud.
Al cumplirse el plazo, dijo, la cirugía llevada a cabo en el Hospital La Raza y la cual tuvo una duración de cinco horas, fue un éxito, dejándole aprendizajes de por vida; gozar cada día como si fuera el último, disfrutar a los seres queridos y la necesidad de llevar una vida más saludable.
 
Faltan información y campañas: especialista
Las personas se rehusan a donar algún órgano debido a las creencias místicas y a la ignorancia sobre el tema, aseveró Hugo Sánchez, doctor en psicología e investigador de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
En entrevista para CAPITALMEDIA, indicó que “la idea de una vida posterior está muy arraigada y las personas piensan en una forma completa; por lo tanto, literalmente, partir en pedazos al fallecido implicaría un compromiso después de la muerte, es por eso que hay una idea que generalmente las personas aceptan como una complicación para la donación”.
Detalló que “en Estados Unidos hay algo que se podría traducir como el empujón, es decir, no es lo mismo decir vas a ser donador de órganos, a que por ejemplo le den la tarjeta y le dicen ‘tacha si no quieres ser donador de órganos’, de esa forma las personas asumen si están dentro de un programa o no, esta perspectiva ha logrado que la donación sea distinta, se ha seguido en varios países en el mundo, lo cual ha dado como resultado que la donación incremente”.
El doctor Sánchez comentó que en muchas ocasiones “ser un donador es extraño para las personas, ya que pueden considerar que algo es malo dado el desconocimiento que tiene de ello, como la discriminación racial, es la falta de conocimiento y en el caso de los órganos es lo mismo”.
“La mayoría de las personas están de acuerdo que cuando existe una falla renal necesitan un riñón, pero no comprenden de dónde se va a sacar el riñón, entonces ellos creen que el gobierno tiene que darles un riñón, pero no entienden que las campañas de salud sirven para eso”, detalló Sanchez.
Reiteró la importancia de la información puntual, “con una campaña que realmente ayude a la concientización del problema con causas, pros y contras, lo más importante es no tratar a la gente como torpe”.
 
“No, no estoy dispuesto a donar”
De acuerdo con un sondeo entre adultos mayores y jóvenes, existe una pobre cultura de la donación. Ninguno de los encuestados tiene algún familiar, amigo o conocido que haya recibido un órgano; además, los adultos mayores muestran mayor resistencia.
De acuerdo con Celia Pérez Nava, de 60 años de edad, el donar es algo positivo, pero “la verdad yo no donaría ningún órgano”. En el mismo sentido se expresó Librado Escalante, quien dijo que no le queda claro, por lo que no está dispuesto a hacerlo.
En tanto, Sergio Godínez y Daniel Peralta Ruz señalaron que como jóvenes ven positiva la donación de órganos; sin embargo, desconocen el proceso de donación.
Por su parte, la estudiante de la Facultad de Estudios Superiores  Iztacala, Elsa Orbe, fue la única que dijo con claridad que está dispuesta a donar todos los órganos que pueda y sirvan en caso de fallecimiento.
Otros entrevistados, como Leonardo Gómez, indicó que tampoco se especifica en las campañas de donaciones si el procedimiento tiene algún costo “para una u otra parte”.
“Quiero decir, si para el donante la inscripción al sistema de estos tiene un cierto precio o si incluso para los familiares de los beneficiados el o los órganos en cuestión tienen o se les pone precio”, dijo.