A pocas horas de que Donald Trump asuma la presidencia de Estados Unidos para un segundo periodo, la comunidad migrante mexicana vive un clima de incertidumbre. Muchos, incluidos aquellos provenientes del Estado de México, observan con preocupación los posibles cambios en políticas migratorias que podrían impactar su vida cotidiana.
En Estados Unidos residen alrededor de 11.9 millones de mexicanos, según cifras del Instituto de los Mexicanos en el Exterior. Aunque no existen datos precisos sobre el número de mexiquenses, se estima que una parte considerable de la diáspora mexicana proviene de esta entidad.
Sergio Infanzón, integrante de la Red de Migrantes en California, afirma que la situación actual es un tema de gran complejidad y carga emocional. Explica que millones de personas dejaron sus países de origen con la esperanza de mejorar sus condiciones de vida y las de sus familias. Sin embargo, el prolongado estancamiento en la política migratoria de Estados Unidos, que no ha experimentado reformas significativas desde los años ochenta, ha generado una situación de incertidumbre para quienes residen en el país sin un estatus legal definido.
¿Qué pasará con los dreamers?
Infanzón destaca que muchos migrantes, especialmente aquellos conocidos como “Dreamers”, crecieron en Estados Unidos sin conocer otra realidad. Esta generación enfrenta limitaciones que afectan su educación, empleo y calidad de vida, lo que, según el activista, subraya la necesidad urgente de políticas migratorias que respondan a las realidades actuales.
Aunque no se prevé que la administración Trump implemente deportaciones masivas debido a los altos costos económicos y logísticos que implicaría, Infanzón señala que las primeras acciones podrían enfocarse en individuos con antecedentes criminales o en centros de detención. Subraya que, en un contexto de incertidumbre, es crucial que la comunidad migrante esté preparada y bien informada sobre sus derechos y las leyes que los protegen.
En este sentido, organizaciones como la Red de Migrantes en California trabajan para ofrecer asesorías legales y talleres informativos que permitan a los migrantes enfrentar posibles desafíos. Estas iniciativas buscan fortalecer a la comunidad y crear redes de apoyo que les permitan acceder a recursos legales y sociales.
Infanzón explica que, aunque California cuenta con legislación que limita la cooperación entre autoridades locales y agencias migratorias, en otros estados la situación puede ser más adversa. Por ello, insiste en la importancia de mantenerse atentos a las acciones de la nueva administración y buscar alternativas legales para regularizar su situación cuando sea posible.
La comunidad migrante también desempeña un papel clave en la economía de Estados Unidos, lo que podría influir en las decisiones de la nueva administración. Según Infanzón, los empleos ocupados por migrantes son esenciales en sectores como la agricultura, la construcción y los servicios, lo que subraya la interdependencia entre ambas naciones.
