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“Buscamos transitar hacia la gratuidad en la UAEM: Carlos Barrera Díaz

 

“Aspiro a que la Universidad Autónoma del Estado de México brille en la vida pública estatal, nacional e internacional; que sea referente de los cambios que experimenta la sociedad mexiquense”, afirma Carlos Eduardo Barrera Díaz, aspirante a ocupar la rectoría de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEMex), en entrevista con Capital Estado de […]


Aspiro a que la Universidad Autónoma del Estado de México brille en la vida pública estatal, nacional e internacional; que sea referente de los cambios que experimenta la sociedad mexiquense”, afirma Carlos Eduardo Barrera Díaz, aspirante a ocupar la rectoría de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEMex), en entrevista con Capital Estado de México y Capital Media.


Como se recordará, el 27 de febrero obtuvo su registro como aspirante y más tarde (4 de marzo) inició su recorrido por facultades y organismos universitarios para presentar su plan de trabajo, el cual contiene dos ejes fundamentales: “Integridad e inclusión universitarias”. Barrera Díaz es Ingeniero químico de formación en la Facultad de Química de la Máxima Casa de Estudios mexiquense, a la cual ingresó en 1990 y en donde ha desarrollado una amplia trayectoria en el ámbito de la investigación y la administración universitaria.

Investigador por convicción —por el interés que desde niño mostró—, el doctor en Ciencias e Ingeniería Ambiental por la Universidad Autónoma Metropolitana, y maestro en Ingeniería Ambiental por laUniversity of British Columbia, en Canadá, Barrera Díaz aspira a cambiar el rostro de su alma máter y posicionarla como referente de transparencia, honorabilidad y generadora del conocimiento. El reto es convencer a la comunidad y al Consejo Universitario de que tiene el perfil adecuado para dirigir a la institución para los siguientes cuatro años a partir del 14 de mayo próximo.

Afable, respetuoso en el trato, relajado pero cercano e inquieto se define sin titubeo.

¿Quién es Carlos Eduardo Barrera Díaz?

Soy orgullosamente originario de Toluca. Aquí nací, en julio de 1972; mi familia es de esta ciudad capital. Aquí me formé hasta la licenciatura que estudié en la Facultad de Química. Desde joven —por la influencia de mi padre, Oscar Barrera Echeverri, químico— supe que la investigación era una de las actividades que me gustaban, así que como ves, desde muy pequeño conocí la Universidad, porque acompañaba a mi papá a la Facultad, donde él daba clases e incluso la dirigió. En 1990 comencé la licenciatura y desde entonces, la universidad ha sido el espacio donde he encontrado mis oportunidades profesionales y de investigación.

Si bien me he formado de manera importante en la trinchera de la investigación, desde ese campo aprendí a reconocer la importancia y el valor de generar soluciones específicas a problemas actuales de la sociedad.

Soy padre de familia, esposo y un orgulloso integrante de la comunidad de la Universidad Autónoma del Estado de México, y ahora un aspirante a dirigirla.

Tienes una amplia trayectoria y producción en la investigación. ¿Por qué el camino de la ciencia?

Crecí en una época donde los medios a los que teníamos acceso y las lecturas del momento abordaban la evolución del desarrollo científico y tecnológico. Creo que formo parte de esa generación privilegiada que ha podido apreciar y disfrutar de los productos del desarrollo tecnológico. Hoy en día, por ejemplo, la comunicación por teléfonos celulares es posible gracias al avance que experimentó la sociedad desde el siglo XX. La humanidad ha logrado avances sustanciales gracias a la investigación, pero no podemos perder de vista a todos los campos involucrados en la formación de las personas.

Estoy convencido de que la universidad debe ser el espacio donde se forman mejores personas en todos los planos. Que desde sus aulas se inspire a las y los jóvenes a desarrollar sus vocaciones; que se contribuya a hacerles personas íntegras, a partir de la libre discusión de las ideas, por lo que debemos ser incluyentes. Por ejemplo, cuando tuve la oportunidad de coordinar la creación del Centro Conjunto de Investigación en Química Sustentable UAEM-UNAM

—en 2008— fue posible desarrollar, con académicos y académicas de gran nivel, proyectos a favor de la sociedad y del medio ambiente, porque la protección del ambiente es una de mis pasiones y creo que podemos crear las condiciones para hacer de la UAEMéx una “universidad verde”, con acciones concretas que atiendan a las necesidades de cada espacio y que estén vinculadas a las necesidades de las diferentes regiones del Estado de México e incluso del país.

Existe la opinión, la percepción, de que las universidades públicas, atraviesan por un momento de crisis en el país, debido a acciones deshonestas de unas cuantas personas ¿En este sentido cuál sería tu diagnóstico?

El prestigio de las instituciones de educación superior —por el valor de sus comunidades y las aportaciones que hacen a la sociedad— está a salvo. Ha habido acciones y hechos -como el que refieres- pero no han involucrado a toda la comunidad, se trata de casos muy particulares y sería injusto descalificar a toda una institución por el proceder de algunas personas.

Sin embargo, se ha generado la percepción negativa entre algunos ciudadanos, por lo que debemos trabajar con mayor intensidad y precisión para fortalecer el prestigio de la universidad y el buen nombre de las instituciones.

La universidad pública mexicana y, particularmente la UAEM, tiene su origen en principios y valores que buscan reflejar lo mejor de las sociedades modernas. Son espacios donde se desarrollan el arte, la ciencia y la cultura, por lo que nuestra principal propuesta es actuar con ética, honorabilidad, integridad y transparencia.

Lau: te encargo esta entrevista para las 7:00. La idea es que esté en Capital México y Edomex y durante el Nota de Alfredo

Alfredo Albíter Sánchez

Aspiro a que la Universidad Autónoma del Estado de México brille en la vida pública estatal, nacional e internacional; que sea referente de los cambios que experimenta la sociedad mexiquense”, afirma Carlos Eduardo Barrera Díaz, aspirante a ocupar la rectoría de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEMex), en entrevista con Capital Estado de México y Capital Media.

Como se recordará, el 27 de febrero obtuvo su registro como aspirante y más tarde (4 de marzo) inició su recorrido por facultades y organismos universitarios para presentar su plan de trabajo, el cual contiene dos ejes fundamentales: “Integridad e inclusión universitarias”. Barrera Díaz es Ingeniero químico de formación en la Facultad de Química de la Máxima Casa de Estudios mexiquense, a la cual ingresó en 1990 y en donde ha desarrollado una amplia trayectoria en el ámbito de la investigación y la administración universitaria.

Investigador por convicción —por el interés que desde niño mostró—, el doctor en Ciencias e Ingeniería Ambiental por la Universidad Autónoma Metropolitana, y maestro en Ingeniería Ambiental por laUniversity of British Columbia, en Canadá, Barrera Díaz aspira a cambiar el rostro de su alma máter y posicionarla como referente de transparencia, honorabilidad y generadora del conocimiento. El reto es convencer a la comunidad y al Consejo Universitario de que tiene el perfil adecuado para dirigir a la institución para los siguientes cuatro años a partir del 14 de mayo próximo.

Afable, respetuoso en el trato, relajado pero cercano e inquieto se define sin titubeo.

¿Quién es Carlos Eduardo Barrera Díaz?

Soy orgullosamente originario de Toluca. Aquí nací, en julio de 1972; mi familia es de esta ciudad capital. Aquí me formé hasta la licenciatura que estudié en la Facultad de Química. Desde joven —por la influencia de mi padre, Oscar Barrera Echeverri, químico— supe que la investigación era una de las actividades que me gustaban, así que como ves, desde muy pequeño conocí la Universidad, porque acompañaba a mi papá a la Facultad, donde él daba clases e incluso la dirigió. En 1990 comencé la licenciatura y desde entonces, la universidad ha sido el espacio donde he encontrado mis oportunidades profesionales y de investigación.

Si bien me he formado de manera importante en la trinchera de la investigación, desde ese campo aprendí a reconocer la importancia y el valor de generar soluciones específicas a problemas actuales de la sociedad.

Soy padre de familia, esposo y un orgulloso integrante de la comunidad de la Universidad Autónoma del Estado de México, y ahora un aspirante a dirigirla.

Tienes una amplia trayectoria y producción en la investigación. ¿Por qué el camino de la ciencia?

Crecí en una época donde los medios a los que teníamos acceso y las lecturas del momento abordaban la evolución del desarrollo científico y tecnológico. Creo que formo parte de esa generación privilegiada que ha podido apreciar y disfrutar de los productos del desarrollo tecnológico. Hoy en día, por ejemplo, la comunicación por teléfonos celulares es posible gracias al avance que experimentó la sociedad desde el siglo XX. La humanidad ha logrado avances sustanciales gracias a la investigación, pero no podemos perder de vista a todos los campos involucrados en la formación de las personas.

Estoy convencido de que la universidad debe ser el espacio donde se forman mejores personas en todos los planos. Que desde sus aulas se inspire a las y los jóvenes a desarrollar sus vocaciones; que se contribuya a hacerles personas íntegras, a partir de la libre discusión de las ideas, por lo que debemos ser incluyentes. Por ejemplo, cuando tuve la oportunidad de coordinar la creación del Centro Conjunto de Investigación en Química Sustentable UAEM-UNAM —en 2008— fue posible desarrollar, con académicos y académicas de gran nivel, proyectos a favor de la sociedad y del medio ambiente, porque la protección del ambiente es una de mis pasiones y creo que podemos crear las condiciones para hacer de la UAEMéx una “universidad verde”, con acciones concretas que atiendan a las necesidades de cada espacio y que estén vinculadas a las necesidades de las diferentes regiones del Estado de México e incluso del país.

Existe la opinión, la percepción, de que las universidades públicas, atraviesan por un momento de crisis en el país, debido a acciones deshonestas de unas cuantas personas ¿En este sentido cuál sería tu diagnóstico?

El prestigio de las instituciones de educación superior —por el valor de sus comunidades y las aportaciones que hacen a la sociedad— está a salvo. Ha habido acciones y hechos -como el que refieres- pero no han involucrado a toda la comunidad, se trata de casos muy particulares y sería injusto descalificar a toda una institución por el proceder de algunas personas.

Sin embargo, se ha generado la percepción negativa entre algunos ciudadanos, por lo que debemos trabajar con mayor intensidad y precisión para fortalecer el prestigio de la universidad y el buen nombre de las instituciones.

La universidad pública mexicana y, particularmente la UAEM, tiene su origen en principios y valores que buscan reflejar lo mejor de las sociedades modernas. Son espacios donde se desarrollan el arte, la ciencia y la cultura, por lo que nuestra principal propuesta es actuar con ética, honorabilidad, integridad y transparencia.

En el rubro de las finanzas, por referir una propuesta, tenemos muy clara la manera como hemos de actuar, a partir de dos elementos fundamentales: transparencia, honradez y honestidad. Cuidaremos que el gasto no sobrepase los fondos que asignan los gobiernos estatal y federal, además de cuidar escrupulosamente el manejo de los recursos propios que genera la institución.

Adicionalmente, estaremos atentos a los requerimientos que realicen los órganos fiscalizadores y mostraremos a la sociedad la forma como se ejercen dichos recursos, además de ajustar nuestra normatividad a los sistemas Estatal y Nacional Anticorrupción, porque es un modelo que tiene los mecanismos para evitar desvíos o malas prácticas financieras. La propuesta es ejercer una administración responsable de los recursos para una universidad íntegra.

Van dos semanas visitando espacios universitarios ¿qué te han dicho, cómo te ha ido?

Nos ha ido muy bien. Eso me tiene muy entusiasmado. La comunidad está ávida de dialogar, intercambiar ideas, quiere ser escuchada. Llevamos poco más de dos semanas en las comparecencias y la participación de docentes, estudiantes y personal administrativo le ha venido muy bien a nuestro proyecto porque buscamos ser incluyentes; sumar talento, intercambiar opiniones, propiciar el debate de las ideas.

Hay proyectos muy interesantes en la universidad y necesidades muy concretas. Quiero ponerte un par de ejemplos. Las y los estudiantes me han manifestado que una de sus principales preocupaciones es la seguridad, tanto al interior como al exterior de la institución. No quieren que se les persiga, que se les acose; por el contrario, desean condiciones óptimas para su desarrollo y nosotros vigilaremos que así sea.

Deseamos que podamos estar seguros en nuestros espacios, por ello insisto en la cero tolerancia al acoso y el hostigamiento hacia las y los universitarios. Debemos entender que estamos ante una generación de jóvenes que alzan la voz, que reclaman con justa razón, que se organizan y mi responsabilidad será incluir sus quejas, demandas e ideas a nuestro actuar diario.

Por ello, planteo una revisión y eventual reforma al marco legal y organizacional de nuestra institución, para adecuarnos a los cambios y las transformaciones que estamos viviendo, con el objetivo de hacer una institución más dinámica y acorde a las crecientes necesidades que tenemos como sociedad.

En suma, tenemos la firme convicción de que hay que potenciar a la universidad y seguir acrecentando su prestigio.

Si los tiempos siguen con la misma tendencia y en caso de que llegues a la rectoría te tocaría el regreso a actividades presenciales ¿no?

Sí, es todo un reto. Nuestra prioridad —insisto— debe ser el preservar la salud de nuestra comunidad, tanto física como mental de las y los jóvenes; de nuestras y nuestros compañeros docentes, así como administrativos.

Pero, además, debemos considerar una realidad muy clara: la pandemia nos mostró a todos las disparidades e inequidades que existen entre los alumnos, por eso nuestro empeño será que ningún universitario se quede atrás. Buscaremos que todas y todos contemos con las herramientas necesarias para su formación académica. Realizaremos las gestiones necesarias, ante instancias federales, estatales y privadas, para que con su respaldo podamos apoyar especialmente a las y los jóvenes. Que nadie se rezague ni abandone la universidad por temas económicos.

Lo anterior está ligado con un planteamiento que recientemente hicimos público. Nuestro compromiso es no incrementar las cuotas escolares, por el contrario, en concordancia con la Ley General de Educación Superior, recientemente aprobada en lo general en el Congreso de la Unión, buscaremos los recursos necesarios para transitar gradualmente hacia la gratuidad. Es una aspiración legítima de la sociedad y compartimos el espíritu de esta normatividad.

La universidad sigue y seguirá creciendo. La matrícula aumentó en 10 mil alumnos en los últimos cuatro años y debemos seguirle apostando a generar más y mejores oportunidades educativas a las juventudes de la entidad e incluso del país, porque tenemos estudiantes de diferentes partes del país —desde bachillerato hasta posgrado—, ya sea en modalidad presencial, mixta o a distancia. La tecnología y la virtualidad ahora son nuestras aliadas en este propósito.

Perdón, perdón ¿tanto extrañas dar clases?

Ja ja ja. No me la esperaba, pero tienes razón y aprovecharé para sintetizar mi plan de trabajo. Por supuesto que extraño dar clases, estar frente al aula. Esa es la razón de ser de la universidad, extender la cultura y el conocimiento a nuevas generaciones, formar a futuros investigadores y he tenido la oportunidad de compartir las aulas con jóvenes desde bachillerato hasta posgrado.

La experiencia de estar frente a grupo es muy bonita y quiero cerrar con el siguiente comentario: la infraestructura que tiene la universidad y el capital humano son parte fundamental para que nuestra Máxima Casa de Estudios se ubique entre las mejores del país y mi idea es potenciar su grandeza. Hasta ahora, no encuentro otra fórmula Alfredo, será mediante el actuar íntegro y la inclusión como lleguemos a mejores derroteros.

La Universidad Autónoma del Estado de México (UAEM) hoy en día, tiene presencia en 25 municipios y está convocada a participar en la vida pública nacional y ser referente de los cambios que experimenta la sociedad mexiquense.