ARTEMISA, Cuba, 18 jun (Reuters) – Cuba dio luz verde el jueves a un plan inicial de reapertura, excepto para La Habana y Matanzas, luego de tres meses de restricciones por la pandemia de coronavirus, mientras una parte de los trabajadores por cuenta propia se queja de la falta de insumos.

Trece provincias y el municipio Isla de la Juventud no han reportado casos diagnosticados con la enfermedad durante varias semanas y han recibido el visto bueno del gobierno para emprender la primera fase de recuperación pos-COVID19, pero manteniendo el uso obligatorio de máscaras y el aislamiento físico.

La Habana y Matanzas son las provincias que aún mantienen una elevada tasa de contagios de la enfermedad y no cumplen los requisitos sanitarios para controlar el virus.

“Estamos enfrentando otra experiencia. Abrimos el negocio y prácticamente no tenemos nada que ofertar porque hay pocos productos”, dijo Raúl Jiménez, propietario de La Colada, una cafetería privada en Artemisa, a unos 40 kilómetros al oeste de La Habana.

Jiménez, que vende pizzas y pan con croqueta, dijo que la ciudad se ve más animada desde la reapertura aunque solo “tenemos algunas frutas para los jugos pero no tenemos jamón y la carne de cerdo está muy cara (…) Espero que todo mejore”, señaló.

El Gobierno sostiene que tiene controlado el virus y los nuevos casos se han reducido a menos de 15 como promedio diario desde un pico en abril de alrededor de 50. La isla ha reportado desde marzo 2.295 casos de la enfermedad y un total de 85 muertes. Un total de 2.020 pacientes se han recuperado.

El plan de reapertura incluye tres fases iniciales y las provincias deberán cumplir los requisitos sanitarios para ir evaluando el comportamiento de la epidemia. Cuba cerró fronteras a comienzos de abril, paralizó el transporte público y decidió interrrumpir las clases en las escuelas como parte de las medidas para frenar la propagación del virus.

Según el gobierno, las escuelas volverán a abrir en septiembre para terminar el curso, mientras el transporte público y privado reabrirá gradualmente. El turismo, una fuerte inyección para la frágil economía local, abrirá solo para cubanos en una primera fase, mientras que el sector autónomo reinicia sus actividades.

Los vuelos comerciales se mantienen cancelados. Y en una segunda fase, que no tiene fecha definida, los visitantes extranjeros aterrizarán en chárters a los cayos de la isla.

“Ahora que vamos a tener más afluencia de público deberían atender un poco más a los cuentapropistas pues no tenemos productos para trabajar como el pan”, dijo Miguel Ángel Carballo, dueño de la cafetería Conexión en Artemisa.

Aprovechando la reapertura luego de un cierre total por varios meses, un matrimonio y sus hijos disfrutaron la soleada mañana del jueves y se trasladaron a Playa Baracoa, en Artemisa.

“Después de tantos días encerrados en casa es un alivio poder salir, principalmente los niños que estaban inquietos y estresados”, dijo Lisandra Hernández, madre de dos hijos que jugaban a la orilla de la playa.

Array

(Reporte de Reuters TV. Escrito por Nelson Acosta; Editado en español por Javier López de Lérida)