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Los nuevos amos del hogar

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Estudios revelan que las familias sin hijos son las que más humanizan a las mascotas


En México, perros y gatos están presentes en más de la mitad de los hogares e incluso muchos de ellos tienen ambas mascotas, a las que consideran como un miembro más de la familia.
En la actualidad es común ver a familias conformadas con mascotas que consideran a éstas un elemento más de la familia.
Datos del Consejo Nacional de Población (Conapo) revelaron que el número de perros domésticos aumentó 20 por ciento en 10 años, ya que muchas parejas jóvenes decidieron mejor adoptar perros que tener un hijo, lo cual contrasta con el número de nacimientos registrados en este mismo periodo, que se redujo 17 por ciento, esto último de acuerdo con el Inegi.
En México, según cifras oficiales, existen más de 19.5 millones de perros, de los cuales sólo 5.4 millones tienen un hogar y el resto son callejeros, situación que aumenta por el abandono hacia los mismos.
Asimismo, el Inegi revela que la cifra de animales domésticos supera a la población de niños menores de nueve años, así como la cantidad de ancianos en el país.
De manera que este nuevo “modelo de familia” se ha convertido en un mercado en ascenso en el país.
De acuerdo con un estudio de la firma Kantar Worldpanel, existe un grupo de familias muy apegado a sus mascotas, que las ven como sus hijos, pues 22 por ciento que tiene perros los llaman “perrhijos” y 20 por ciento con gato, “gathijos”.
El estudio señala que sólo 15 por ciento de los dueños de un perro y 24 por ciento que tienen gato los ven así, como mascotas, y son los hogares sin hijos los que más tratan como familia a los perros y gatos.
Manada en urbes
Cerca de 80 por ciento de los habitantes con mascotas en el país tienen canes en su hogar.
Algunos se atreven a llamarla moda, solteros o parejas sin hijos “prefieren” a los canes, quienes se han vuelto los auténticos reyes de los hogares.
Basta echar una ojeada a cualquier veterinaria, o a un tianguis que venda productos para mascotas, para comprender la realidad perruna, y gatuna: son dueños de casi todo: ropa, juguetes, calzado, medicamentos, cosméticos, joyería… ni que decir de los tratamientos especializados para apapacharlos y cuidarlos como si fueran hijos (spas, acupuntura, psicólogos, dietistas, entrenadores, hospitales, albergues, ¡seguros de vida!).
Esto refleja la clara tendencia mundial de humanizar a las mascotas, desde ponerles nombres de personas, hasta vestirlas como niños, o niñas, e incluso hacerles un espacio al lado de la recámara principal de la casa.
Sin embargo, la humanización de las mascotas les puede llegar a provocar los mismos males que aquejan a un ser humano, como estrés, baja autoestima, miedo, diabetes, sobrepeso y un largo etcétera.
Expertos y psicólogos en animales recomiendan evitar tratarlos como bebés, como niños, como personas, establecer límites es la principal medida para lograr perros sanos y felices.